La noche mas larga de medianoche

  Aunque no te tenga  me cubren tus brazos, si al pasar el tiempo se alarga mi estancia entre los murmullos de las noches mías. Aunque no me llames tu voz es potente siento a cada instante que te tengo adentro, siento que tu fuerza recorre mis fuentes. Aunque no te vea el viento te acerca te anuda en mi pelo, te ata a mis sueños. Aunque no me beses tus besos se extienden sobre mi pradera sedienta que espera. Aunque ya no quieras sentirme me sientes, porque somos esos que nunca se mueren, porque fuimos agua, fuego, y tierra candente, por eso te espero, sintiendo en mis labios tu fuego. Autor: Alessandrini María del Rosario.

Vamos desfilando entre sueños agoreros todos vamos en la nostalgia sin decaer de ella jamás, somos en la verdad que de noche sueña, "sueño" y el día de mañana no se atreve a conquistar. Somos ángeles humanos dispersos en este mundo, vamos entre la luz de los ojos elevados, y la noche que no se esconde, si no muestra su presencia vamos todo el tiempo depositando en los sueños. No sabemos que realidad vivimos al despertar, nunca... no sabemos ver la verdad, no sabemos nada de la vida... somos lo que somos, no hay respuesta en esa frecuencia es lo que dice el despeje de la mente al regresar sin nada. Aun tratando de recordar lo experimentado, no hay permiso es extraño, y muy común, los sueños no dan repuestas, la vida tampoco lo intenta, las cosas son así, sin revelar obligados seguimos soñando la pesadilla de no saber... Alessandrini María del Rosario

Nieve que dejan las hojas jugar sobre tu lecho Universo de versos en este otoño lluvioso, Nunca será viejo el llanto, como no lo es  agua de mar Cálida,  limpia los recuerdos  y fluye tranquila Amanece, las aves vuelan, la libertad se mece. El fin del  mundo se duerme en su nube blanca Solitaria y desnuda, la soledad se disfraza de paz. Tarde no es, el eclipse nocturno perpetuo tu piel, Aquellos soles, vendavales de magia cedieron su luz. Recuerdo ahora blancas gotas de luna en tu mirada De aquel tiempo imborrable que invadiendo me trae El beso eterno suspirando por vida, ¡aún no es tarde! Las mariposas esperan con sus danzan y colores. Ojos que retienen el arco iris respirando su luz… Entre las canciones del templo sus campanas vuelan Un murmullo de alas revolotean en su campana mayor Un tiempo se detiene fugaz compartiendo el presente.  Alessandrini María del Rosario

Entre mares hambrientos una flor renace, el sol la guía junto al viento a buscar la tierra bordada de tallos que esperan por ella, que sueñan sin ella, un futuro interminable de pétalos sutiles, volando ese cielo azul... poblado de enjambres multicolores, lunas rosadas. abrigando corazones con su perfume en la quietud de las olas que fluyen. Mientras las plantas acariciadas por el viento se fortalecen de suspiros y aromas, de ilusión de estrellas, de delfines sonrientes en esa tierra ardiente donde nace la vida, y se pierde en el tiempo millares de momentos... Multiplicado brillan los ojos del pescador que se siente un poeta del infinito mar, sin notar que azahares en el vacío cielo; se estrellan sin destino sobre su mar dejando así desfilar, su aroma, su andar inagotable por el... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Incertidumbre, que bala como carnero y truena de rabia y desvelos, durante el sueño anida y empolla sus huevos, no recuerdo… otras instancias tan débiles. Me siento envejeciendo, pidiendo auxilio, al viento, a mi infancia, a mi madre y a Dios, al infinito con pequeñas oraciones de tules, no recuerdo tanta angustia mezcladas  con sal. Voy por el camino sediento de rosas, de instantes, para tomar gota a gota las ilusiones pasadas, intactas, no me apenan mis tormentos, solo me asombro y lo nombro, sospecha insaciable, campana impaciente  de mi soledad. -------------------------------------------------------------------------- Tengo problemas con el correo electrónico, tratare de solucionarlo. Abrazo MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI

Sin saber de ti amor inolvidable te veo Llegaste de repente a mi mente y piel... Sentí tus besos deseosos, y ardientes Y mi cuerpo tembló al recordarte dulce. Se anudo mi corazón a presentírte cerca Floreció una ola fugas, de pasión y anhelo Nos enredamos en mutuos pensamientos, Al dormirse la noche te sentí a mi lado. Al amanecer el sol descanso en mi ventana Y vi tus huellas marcadas allí, sí, tus manos La ternura se desplazó por mi almohada, Hasta encontrar tus ojos de fuego en mi. Recorrí lentamente mi alcoba, sus contornos No pude hallarte, no pude retener tu perfume Se me olvido el hambre insaciable de la mente Y fui bruma desterrada del silencio y de tu piel. Alessandrini María del Rosario

Llegó la hora, llegó el amanecer silencio y calma rondan en la cascada. A un lado, en el camino, vagas tú solo, sin mí; Sin el desencanto El bosque puro, bajo esta luna brilla como esos bellos pájaros blancos, que sobre hojas doradas duermen. Llegó la hora, aquella que siempre nos da consuelo, de amantes eternos, de oscuras piedras. Como rosas y agua. Somos almas vacías; cuando el amor se va. Oigo el silencio; arriba el ruiseñor canta sobre hojas triste, mi almita llora... No morirá porque es fuerte y espera tu llegada. Se percibe en el aire tus secretos ocultos; Lo míos vuelan Crujen, ya estás hambrientos. Mi flor se abre y los capullos vibran; se hace la luz, de cuerpos y almas.  Alessandrini María Del Rosario

¿Quién se llevó mi tiempo? Lo busco sin ver pisadas Nada hay en su recorrido Solo un leve viento perdido Que desoye mi pedido. ¿Por qué no lo vi pasar? Si en   punta   de pie   sonreí a Cuando tenía motivos Ahora el tiempo es tan frío Ya no recuerdo el estío... ¿Sera que no busco nada? Puede un puente no ser visto Cuando al cruzar yo pasaba En sus orillas contemplaba El agua que bella y clara… Me contaba sus temores, su culpa. ¿Verdad que él se fue pasando? Nunca pude   percibir   cuanto No estaba emprendiendo nada Solo vagaba en silencio o llanto Ahora quiero encontrarlo Y decirle que lo siento tanto... ¡Sé que no volverá! Ya la tiza y el papel envejecieron Las tijeras no recortan La ilusión quedo corta Solo una esperanza danza En el fragor del recuerdo Pero eso no me alcanza Y se va poniendo el cielo De aquel color esmeralda Y se van aquellos tintes. Se recuesta en la noche Sin mediar ni una palabra

La vida es como es... un ardiente verano que enroje las aves, algo de luz y niebla con perfumes de azahares. Con su luna brillante y su sol luminoso. La vida es un gran silencio que madruga escondida, se pasea dormida y el viento la sacude. Es la misma de ayer que cambia de colores, sin luceros ni lunas se desnuda de azul, embrujando al jardín... En invierno se abriga dentro de un baúl, al llegar primavera se despliegan sus alas y hace rosas fogosas y miradas despiertas. Los aromas se buscan se distraen y disfrazan de bellas mariposas… ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

No sueñen lo imposible ni busques claridad, solo el viento sabe de aquella soledad. Las hormigas viajeras siempre de ronda van... furtivas aletean teniendo aventuras con hadas de colores, llevan a su hogar multiplicadas lianas formando un rustico cristal. Los osos vaporosos mastican sin parar esa pequeña dádiva que la vida les da, Todos se sienten perdidos en esa soledad, y buscan escapando un mundo de amistad. El zoológico reanuda una simple amistad con el hombre encumbrado quien... Los quiere olvidar, despreocupado. Hay millares de soles que nunca se verán están para la luna, la deben amparar... Mientras ellos se alejan buscando otro hogar las bestias se despiertan decididas a luchar. Que se cuide el inteligente, el sordo, el que duerme, y aquel que nada ve. Hay múltiples esponjas listas que aglomeradas y pensantes, deducen que cansados ya están, quieren ser los nuevos que al mundo vencerán... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Hace tanto tiempo que no tengo buena cara, soy una careta desarticulada, pero hoy he decidido sacármela, para ser amable y correcta con los seres humanos. Es que ya nada me queda bien, estoy muy delgada y me sobra por todos lados, pequeños harapos descocidos que fui adquiriendo por el camino de la vida. En realidad, ya no me interesa cocerlos, ni zurcirlos, quiero dejarlos por el camino, zafar de esta ingrata vestimenta que solo me hace sentir ruin. Voy a donar mis zapatos, mis aretes, mi ropa más colorida y también mis caretas, ahora, creo que se abrió un nuevo espacio para guardar estas cosas, por si alguna vez algún desgraciado las quisiera usar para hacer teatro, como si no tuviéramos demasiados artistas polifacéticos y caraduras. Es que tengo odios que nunca los grito, bronca, fastidio, estoy muy enfada con mi boca que cerrada se queda, mi piel quiere mudar de estado, quiere hacerle una mala jugada a la boca, si se muda, ella,

El poder amarte me hace reina de tus besos El saber que estas en mis ojos, en mis sueños Me hace sentir que soy parte de tus pensamientos Que los sueños se unen en el firmamento. El poder sentirte tan real y poderoso en mi cuerpo Me complace, y adormece lentamente en tu piel Como vagabundos alejados del mundo florecemos En cada ebria luna de la noche nos amamos… El poder de tu voz, tu sonrisa y tu temblor mañanero Cose mi piel con el fuego que manifiesta tus ojos, El ardor de la luna salpicando nuestras bocas de candor Somos grandes amantes, grandes entre cielo y mar. Naufragamos inmortales sobre un viento transparente Que vigoriza a cada instante nuestra fuerza interminable, Los amores como el nuestro tienen esas vivencias… Viven sobre ríos de fuegos trasmitiendo viento y tormenta. Crecemos en cada riña de besos, en cada espejo de ojos Somos todo fuego, toda magia, al seducirnos nos amamos Toda una vida fugaz corriendo por los bosques frond

Debajo del corazón un intruso se ha colado me repite, y me repite cuanto me ha amado. No lo puedo convencer de su error tan desgraciado, no conozco su sentir en mi pecho no sentí jamás latir su corazón, pero insiste sin razón y perturba mi emoción con sus dichos tan amargos. Yo deseo comprender aunque no puedo entender presiento que está ofuscado. Le repito mi ansiedad le corrijo su capricho descuidado y contesta con pasión que solo a mí ha amado. Al final sin esquivar me refugio en su latir desesperado, y ambos vemos remontar un barrilete de coral enamorados...     Alessandrini María del Rosario

Cada mañana tu imagen me estremece calma mi sed, cuando paseamos juntos. Es apasionado nuestro amor desnudo... que las ráfagas no mecen como riendas del alma. Y rodamos entre plumas de dorados trigales cabalgando la llanura, apresurados de ternura. Sintiendo el temblor anhelados en nuestros cuerpos, roja la pasión... se abre como fruta madura. Es esencial el amor que nos ha unido, que bebemos insaciables en esta copa abstraídos Adictos a nuestra esencia nos reinventamos encendidos, bajo un limpio cielo... soñamos juntos agradecidos. Alessandrini María del Rosario

Este otoño se perdió los dibujos, se comparó con invierno, que aún no ha llegado, está a la puerta sus días, con sus noches. Otoño laborioso pero triste, ¡no pinto de colores los espacios! nos dejo en la oscuridad de su invento. Trato de hacer piruetas en las grises solapas del invierno. Creyó poder fingir sus colores durmiendo, cuando al fin despierte... flotándose los ojos congelados de frío, arderá de vacío hasta su próxima... Alessandrini María del Rosario

Hoy he vuelto a nacer... Rompí el silencio y di forma a mi ser Con un alarido feroz. Hoy regrese del estado más cruel, Llegue para no partir Llegue para amarte antes de mañana. Hoy ungida de vida quiero ser Desmesurada en mis actos Entre poemas y libertad soñar. Hoy deseo percibir el silencio Saber por cuánto tiempo El viento de tu iris cesara atropellando… Mis lagunas teñidas de amor Hoy que es un tiempo amoroso No desperdiciare su luz Correré saltando entre besos traviesos Buscando atravesar el sol…. Internet no me funciona nada bien estoy esperando al técnico, para poder pasar a leerlos por que se corta cuando lo quiero hacer. Abrazo Alessandrini María del Rosario

A partir de hoy, desnudaré mi alma declamando... Vivir de noche bajo un cielo diáfano de utopías. Serenare mi cuerpo bajo la lluvia torrencial y ligera. No andaré sola, ni seré complaciente. volare sin alas, surcare mares planetas, y otras galaxias. Prometo no verte ni olvidarte... más allá del infierno. Prometo desterrar tus besos, tus días sin sol. Volveré a ser libre como los pájaros, regresando a la vida. Alessandrini María del Rosario

Si el roció viajero, te espía caminaras seguido, por tu risa. Horadaras cada paisaje de la briza cuidaras cada canto de ave migratoria. Escucharas el sonido del viento palpitar, y sabrás que te acompaña la vida misma, que se funde con tu andar. Transita tu misma senda, sabrás que existe un cielo azul Y mar turbulento, cuando se refleja el azul celestino. Viajaras, buscando caminos ya recorridos, pero al fin encontraras el ansiado lugar donde cada letra sea un peldaño más, una piedra menos. Allí subiendo esa cuesta, tú nombre que se anotó vibra... antes de que tú nacieras. Allí cielo, mar y tierra confluyen, formando tu cuerpo, tu alma, tu corazón, y tu pluma. Alessandrini María del Rosario

Voy marchando despacito a mi casita de luz para estar cerca de tu alma, de tu piel, de tu amor. Es que la tardecita se mantiene hermosa, calentita, para otro paseo por el parque, como es la estación fresca, primaveral. Un rayo de sol filtra tu mirada sé que me ves, como yo te miro, grito tan fuerte, que te llega el sonido. Mi querida arañita, no te tires del tejado, si yo no quiero matarte, solo a verte me he quedado. Si estas dispuestas a no picar, yo me voy, y tú… te enredas con esa mariposa que te revolotea. Vamos, con tus patitas de café serás una ardilla, apresúrate, que te hacen cosquilla sus alitas, no la comas… solo trepa a sus alas y vuela, y serás como ella suave, dulce y bella. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI. Texto agregado el 27-07-2009 Estamos en otoño, igualmente se me presento una imagen con estos versos y lo subí.

Aislarse bajo la sombra del pasado es escalofriante, es un peligro innecesario en un rostro de tiempos idos... Un camino errado un estado del alma errante. ¿Sera que no sabemos leer la historia vivida sin perdernos en la frontera del ayer? Una ceremonia delicada sin ver el presente, sin futuro, que nos arrastra a perjurios y venganzas. Los frutos caminan como nuestra sombra recorren nuestras mentes y la exploran, es ahí entonces que nos dejamos llevas por esos pensamientos, sin ver que la historia no se olvida, ni se retiene en el presente por mas tiempo, que esos momentos de éxtasis positivos, pero también negativos. Si no tenemos conciencia de aquello que asimilamos en lo profundo. Y morimos día a día en esa energía... que nos deja incapaces de ver el presente.

Hay algo diferente en su visión la presa es confiada no se aparta sólo espera acurrucada. El viento sopla se aleja, se entretiene la pesadilla es demoledora, no se sabe dónde está escondida. El pánico no aparece se retrae somnoliento como una nube de polvo, mientras las flores se marchitan entre siluetas blancas. El agua del mar se atormenta como la presa… que a tiempo se dedica a ver detrás del eco, una voz se escucha. Hay siniestros relámpagos y un silencio que espanta, la presa no comprende si la cazarán, ni cuándo. Husmea el aire trata de huir y se larga por el sendero más largo. Allí en las sombras ocultas ve la luz, y sabe que vivirá para ejemplificar a los agnósticos. Alessandrini María del Rosario

Visitare tus campos, tus montañas, tus paisajes Encontrare el perfume de tu boca en tu mensaje Traeré en mis cuerdas vocales el canto del ayer, En este viaje dejare las balas en un rincón sutil… Visitare tus romances exitosos y fulminantes Beberé de ese néctar prohibido que no pude ver, Beberé tu recuerdo como veneno errante Dentro del odio que deshojaste en el tiempo. No callare más los lamentos que nunca mueren, Para ti será un tiempo cerrado en el pasado aquel En cambio en mi piel vive, y me persigue tu piel Me persiguen tu voz, tus críticas, y tus actos de ayer. Atare mis ayeres en mis pensamientos presente Irrumpiendo en el tuyo tan ausente de mi tiempo, La impotencia de estos años me trajo al hoy… Visitare tus miedos, tu cobardía, y dejare allí mi esencia. En esta batalla pienso ganar por muchas razones Deseo poder en esta estrategia revolver mil suspiros Es necesario remover tus historias más oscuras… Así al fin dejare por siempre t

Dormiré vestida de invierno hasta que resuelva mil problemas, y me lleguen las flores silvestres luciendo copetes de primavera. Y cuando despunten sus colores reverdeceré en alegrías de mis dolores, regresare vestida de acuarelas, soñando despierta, viviendo de sueños. Dormiré vestida de invierno dormiré despeinada y coqueta, esperando los días felices y alegres vestida de vida primaveral, con los ojos sedientos de estrellas. ALESSANDRINI MARIA DEL ROSARIO

Un vaso, un frasco, allí vivía el licor de color ámbar lleno de nostalgias, de fragmentos de operas, de silencios. Allí existía el licor oscuro. donde la niña sus rimas escribía. Sustancia de agua y noches de lunas. allí el poeta podía hacer que sus letras llegaran, sembrando el surco de finos filamentos. ¡Qué ironía!, el brebaje oscuro no alcanzaba, el papel gastado se borraba. La niña frustrada buscaba en el vaso la poesía pero no existía. La tinta invisible desoía, olvidando en su letargo su valía. ©medianoche

La noche con sus grillos renueva la oscuridad ellos cantan tranquilos sin rabia ni pesar, las estrellas florecen de vida y curiosidad la luna se enternece al ver tanta amistad. Un barco que navega en aguas de alta mar siente que lo acompañan las brujas del lugar, si parece increíble que vaguen por doquier desnudando recuerdos que murieron ayer. Es tan bello el secreto de la luna y el mar, es tan misterioso no saber adonde van… ellos se lucen unidos en olas de mucha sal, y luego cuando ya se han ido, nadie sabe más qué fue de sus bellas luces, de su azúcar, de su mar. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

No me ves es solo un sueño. Estoy mirando  tus ojos Tu silueta, mirando tu andar. Si ves una flor en el desierto es mi sueño que perdí un día de primavera y nunca más lo volví a ver. El mar sabe de mis penurias, como yo de sus olas aturdidas de su sal entumecidas, de su susurrar cuando la marea se detiene. Antes del amanecer tu y el sol planeaban una emboscada a la luna, compañera de la arena del sonido. Y la voz del sol que atenuado gime y gime antes de ver el color rojo del vino. La estocada se la dio la lluvia de rayos imperfectos y volátil... porque el arco iris se alejo por el callejón de estrellas, arrullando un despertar en su existencia desvalida sonora y natural. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO