La noche mas larga de medianoche

En una sola noche te seduje hombre con piel de cordero, una lamina de tu piel canela rozo mi ojos brillantes de miel. Solo una noche, y el mundo fue un instante de fragores, de vientos entonados de rimel de soledades planeando muros. Entrecortados tiempos floreciendo tempestades, gimiendo oscuras pasiones... El rugue impregnado de fuego se pego a tus cabellos negros, ardiendo entre volcanes... figuras negras, brazas esmaltadas. Una sola noche de invierno, y un acuerdo flotó, entre las llamas un nuevo averno de soledad las luces se apagaron... en silencio. El tiempo consumió las brazas ¡no te reconocí en la penumbra vaga! todo paso sin amor, sin ternura, sin vocación... Alessandrini María del Rosario

En un vuelo nocturno un espejo nos mira, un silencio fecundo son los sueños perdidos. En medio de la noche como un volcán herido, se partió aquel silencio entre brumas de fuego con hastíos de tiempos. Un perro vagabundo que nos muerde rabioso, destronando la luna que amorosa ilumina penumbras insensibles. El tiempo que nos grita con nombre y apellido, un haber que nos queda, un beso que perfuma. Un estar en el centro de aquel rescate bravío, moribundos y débiles nos contempla algunos. Y se marcha la espera, llega la cruel despedida momentos de recuerdos, que se cambian de acera. Quizás nunca sabremos lo que amarnos pudimos, quizás la luna ardiendo en la piel y en el alma, nos contemple en la hoguera. Alessandrini María del Rosario

Solo entre líneas Oculto entre mis manos llevo un talismán, un agregado del pasado una parte del pecado que quedo encendido. Llevo también las horas, las otras, las pérdidas, aquellas que un día fueron nuestras alegrías rutinarias de abrazos. Llevo la fuerza, la sabia del tiempo que acaricie junto a tu cuerpo tibio. Las noches dosificadas de placer, escondidos de miedo. Mis manos son las tuyas, somos, como letras desconocidas, caminamos un trecho largo, serpenteándole a la vida sin encontrarnos nunca, solo entre líneas. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Viajo por los silencios verdes,  por los recuerdos azules. El crepúsculo me guía y mi polen, todo el tiempo se consume en fábulas. Hay abismos invadidos de  vacíos insondables, de brumas. Esperanzas  que me atrapan la memoria, y la historia que me nubla la razón y me adormece. El sueño que despierto me acaricia. Me bautiza de ilusión... me promete un bello milagro de amor, sonrió. 23  de febrero-2009 Reposición MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.

EL BULEVAR La seda atraviesa la humedad tocando el alba, el termómetro inmoral funciona porfiado, silba, a la mujer la estremece el sonido. El bulevar en silencio gime su ráfaga de olvido, ella espera el agua, el polvo entre sus pliegues quema, le desgarra el alma, la seda se pega a su esqueleto de cristal líquido, no quiere lágrimas de piedra, espera al hombre. La alondra solitaria sacude su plumaje, ella, espera agua de la mano del tiempo a su cuerpo, su sonrisa una mueca de sal, las tinieblas del bulevar ahogan su grito, golpeada por la sed muere, sin ver como el polvo avanza llevándose su piel, su lenguaje, su arte. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Te leo la piel en un instante, me gusta tu aroma, tu fuego?? cuando tu letra vacila en mí te delata delicada tu flama. Cuando miro tus ojos café, penetro en tus aguas marinas me sumerjo en tu calidez, profundizo tu iris de fuego. Como decirte que estoy así, comulgando con tus soles, tu cuerpo, tu alma me asiste feliz me descuelgo a tu boca. La razón no permite nada más, el amor todo lo sabe, y lo ve, así estamos en el tiempo de hoy juntando ruidosos cascabeles al sol. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.

En un manzano, un gusano verde corre presuroso sobre los arboles enredado. La voz mujer, ¡yo El sol cayendo bravo sobre los montes. Migajas de comprensión, ¡donde fuiste a mirar que no miraste! Hoy somos aquellos reprochados y eternos navegantes. Siempre distantes con una copa más en la muralla, y un sol ardiente. El rostro de la vida indiferente, extrañados los dos sin palabras… nos contemplamos. Místicas ideas carcajean, y el agua corre tras la suerte con el murmullo claro del vidente... Alessandrini María del Rosario

Hola mujer hermosa tu paso de espuma agradezco ahora. Tu sueño de reina, de diosa que ofreces. Amiga de los silencios, del llano, del mar, del hambriento. Señora de las flores, sultana de corazones. Deja tu pluma cantar para que brillen las hojas, como hermosas mariposas, dispuestas siempre a volar entre flores primorosas. Jazmines, rosas, claveles, un suéter de luna invernal, zapatillas y brazalete, rondando siempre tu almohada. Tu sonrisa azorada, tu alma que despacito sale a tocar el pianito, para hacer feliz a la abuela, al niño que está dormido soñando con ese amigo que mañana ha de jugar. Hada de mil naciones con tu paso vaporoso, tu corazón silencioso, rumbo al confín del lucero juntando amor y brasero, cruza el río tormentoso, da abrigo al menesteroso, mujer siempre madre, antes, después, mujer. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI. Texto agregado el 03-09-2010

Las sensaciones son diversas Lo entiende ¿verdad? Tú escondes tu soberbia, Mientras que ella se acuerda De los momentos perdidos Cuando tú, no la querías. Sabes mentir a lo grande, Aunque el mundo ande en muletas Tú, te recuestas en la  meseta... Y que va, ella muriendo de sed ¡Qué importa si a ti te facilita! No quiero saber que sufre Ya sabes que yo la quiero Como tú, jamás  podrás. ¡Anda… vete al velero a dormir! Que cuando el mar se  encapriche ¡Tú serás el que me hará reír!.. Alessandrini María del Rosario