La noche mas larga de medianoche

Hola queridos amigos, los voy a extrañar pero necesito unos días de descanso, les dejo un texto mas… espero verlos a mi regreso. Besos para todos. -------------------------------------------------------- Hay un cielo infinito poblado de farolas, de miradas, de girasoles, en el azul intenso. Hay un verde que flota, un ámbar, un celeste, un canto a las estrellas. Una noche de viento cruzando entre planetas, se ven pasar muy altos, duendes con sus cornetas llevan luz de pasiones, de brillos y esmeraldas. Hay bosques, sutilezas del pintor en el cuadro. Hay emoción, colores, rosas, mares y flores. Miremos ese cielo para que siempre exista, que nunca nos aleje del ser, de la esperanza, que encontremos los sueños perseguidos en la infancia.

Viajo por los silencios verdes por los recuerdos azules. El crepúsculo me guía y mi polen todo el tiempo se consume en fábulas. Hay abismos invadidos de vacíos insondables de brumas. Esperanzas que me atrapan la memoria y la historia que me nubla la razón y me adormece. El sueño que despierto me acaricia me bautiza de ilusión. Me promete un bello milagro de amor sonrió.

Tu cuerpo junto al mío Tu amor, mi libertad Cómplices de este abandono Fugaz Convierte esta pasión En una hoguera Hay avidez de inconfesadas Fantasías De absoluto acto de amor Profundo, alma mía Si entregada estoy Y confundida Entre tus brazos de poderío vital En tu piel encontré, dulce fruto Remolinos dorados En tus callosas manos La caricia delicada, suave Un horizonte rojo De amantes clandestinos Entre el alba y la luna Lágrimas y risas.

Hoy corrí sobre nubes de fuego para alcanzar al viento salvaje salí desde mi interior en un susurro ardiendo en llamaradas de sueños. Hoy fui, una más en el tiempo que volvió desde el silencio a ser palabra en el sonido del tiempo. Caballo alado del mar lejano nunca fui nada solo una caricia delicada la vida siempre ronda somos con ella. Embriagada de luz la vida vuelve, abre la tierra grano de trigo floréate, como un sol entre el viento ramas y hojas, la vida nace Y yo perdida en mi ropaje, te abrazo vida.

Hojas perennes se mantienen firmes en los árboles ser como ellas ondulantes y bellas. Acompañando siempre a la naturaleza sabía, como los seres que la habitan correspondamos con lo que ella nos ofrece siendo felices. Nosotros somos caminantes brillo del alba, duendes de la esperanza fragancia del bosque murmullo de la tierra. Sangre que corre con fuerza misterios insondables, y los silencios nos acompañan, la travesía es para todos brava vivir la vida en un brioso camino es tiempo y arte.

Te amare más aún después Cuando sea sombra en vuelo Cuando ni mi piel se vea. Te amare más allá del sol Luego que sea viento Que sea fuego y lava ardiendo. Te amare eternamente Dejando en el espacio mí esencia Construida de alma y hierba. Te amare cuando ya no sea Cuando el mar se seque de caricias Cuando el cielo sea otro cielo. Te amare porque así está dispuesto En mis latidos de vida se forjó Este destello que me ilumina. Te amare sin que me lo pidas Te amare sin que me quieras Solo te amare por amarte ahora. Si se quemara la tierra Y derretida se extinguiera Te amare aún extinguida.

Escapó el amor con traje de lobo salió en silencio dejando soledad. Se fue como el viento se fue jugando, sin ruidos que triste despertar Crujiendo de hastío. Donde dejará su susurro, la oscuridad lo anida, la tempestad lo cubre. frágil, dormita estéril. Escapó el amor dejando el frío se llevó tu aroma mientras huía. La puerta se cerró el fondo oscureció llegó la soledad triste y profunda. MEDIANOCHE.

Caen las gotas en forma de estrellas y bailan con las hojas secas y crocantes, juntan sus fragancias al murmullo en el silencio del forestado bosque. El lago renace con el canto de alegría, el sol brota, y se eclipsa la luna de amor, se mece al viento, y el eco su voz deja escuchar. Sobre las piedras danzan los ciempiés junto a otros insectos el roció los acaricia con su frescura y se refleja paz, surgen silencios, y desvanecida la tarde se acopla en un baile junto a la noche que llega llena de esplendor. Hay fiesta, hay sueños y duendes que aplauden, hay fuego en el horizonte que se aleja en remolinos de luz, hay paz, el cielo calla y comprende… la tierra es feliz.

Tu cuerpo está Entre las hojas secas Sobre las flores Mi cuerpo está Lo mismo que una estrella Un cristal claro Sueños rosados Tus colores secretos Trepa en mis labios Se acerca el alba Alegrías y pena Que el tiempo vuela En el espacio Ese pequeño pájaro Se va perdiendo Nosotros somos Indiferentes De aquel adiós

Él abrazando su cintura fue creciendo en ardor, ella se fue dejando como una hoja al viento, ambos se entregaron a sus delirios de noches inconclusas, de días torturantes, de horas de mucho deseo contenido. Ellos olvidaron todo lo que alguna vez creyeron poseer, dejaron jirones de sus vidas solo por los momentos de esta intensa lucha de valientes, íntegros pero en falta fueron desandando cada mirada esculpida con miedos. Cada segundo de deseo embriagador, logrando así el encuentro brutal de una sola eternidad, nada pudo más que el ardoroso instante, solo cuando llego el final descubrieron sus cuerpos saciados, dislocados, casi sin fuerzas, desnudos desde adentro reconocieron que es más fuerte cuando más se niega concretarlo.

Mi duende de colores mi ángel del sonido, con tú pedal entre nubes subes en un vuelo angelical. ¡Tienes tu banjo! Tienes un noble corazón, recorriendo galaxias en libertad. ¡Tienes tu banjo! Para musicalizar el tiempo que rueda sobre tu eje multicolor, el viento te acompaña en silencio con su mágico susurro varonil. ¡Tienes tu banjo! Tu cuerpo y tu ropaje lucen fuerte, cual mariposa ebria y ardiente de placer y te confundes, entre la maravilla celeste mi duende, y te elevas, y te conviertes. En un duende inmortal ¡Tienes tu banjo! tu música es espiritual.

Tú aroma respiro profundo me sacia los sentidos, me deshoja, me ciño a tu cuerpo de hombre tus caricias me sumergen en tu río. Soy como una hoja al viento mi llanuras sobrevuelas, tiemblas tiemblo, somos pequeñas criaturas que sueñan absolutas y eternas. En este lago de ensueños, de cielos las huellas se van formando de pasión, nos consume la llama del amor y es el soplo de viento quien nos da vida. Floreciendo bajo la luna en aromas, libres como el silencio que nos mece, libres para comenzar el vuelo estelar con el sonido murmurante del amanecer.

Mi maleta azul tiene fantasías que guardó escondida dentro de su piel. Mi maleta roja tiene alegrías de horas vividas de mucha pasión. Con ellas la vida me llevo muy lejos muy cerca del sol y juegos de amor. Con ellas camino por vastos destinos y cálidos mares navego y suspiro. Mi maleta roja me dio su verano mi maleta azul me lleno de luz.

Soles de invierno Árbol desnudo Sueños lleno de fantasmas. Capullos bicolores Estallan tiernos Construyendo nostalgias. Las hojas retornan Revestidas de verdes Como seres extraños, vivos. La tierra recompone Su humedad sedienta Danzan mariposas cristalinas. Embriagada llega ella Con suspiros de rosas Dibujando la tierra de mil colores.

Soy un ave desnuda Solo ave Soy un río caudaloso Solo río La memoria desértica Fluye rápido Soy roció inagotable Hastió y muro Resplandor oscuro Verdugo Poeta perdido Al azar.

Los días pasan y son largos cansadores agobiantes Las horas giran sin cesar hay segundos eternos hay un sinfín de minutos perdidos entren la bruma de esta espera inagotable de esta nueva experiencia. Creo que se podrá encontrar un sendero transitable, ágil donde la llanura se vislumbre mas plácida, más homogénea. Que el horizonte se lea como un poema de colores e imágenes. Que los sueños no tarden en cumplirse que el mañana se vea entre la briza que recorre mis noches y días. Mi ventana está abierta a la vida mi cuerpo espera un nuevo amanecer mi alma se templo con fe y esperanza.

Se insinuaba la noche con su máscara de sueño en el viento viajero la barca se dejo mecer. Con el suave murmullo de musgos orilleros al despertar asombro sobre el poblado río causo un leve sonido cuando dejo su carga. La sombra se acentuó, se vio que era oscura la ciudad sin estrellas el viajero su música dejo, con su flauta de versos. Se escucho el lamento lejano y sediento del lobo solitario buscando su sustento el viajero lloró... solo de tristeza su adiós.

Regresar del olvido Encontrar cobijo Dentro del capullo Azul que se abrió. Mostrando otro azul Más profundo y tibio Refugio que me asila Me construye, me anida. Los sueños están aún Esperando su pasaje Solo falta un mensaje Un corazón estelar. Fluir en coordenadas Por el hemisferio gris Trazando esperanzas Marcando un destino. Quizás diferente a otro Ya bordado sutilmente Con la esencia rescatada En los pliegues de tu voz.

Abrazados al canto dulce a este refugio de placer, donde anidamos plácidos donde sabemos vibrar. El silencio es un murmullo de paso sobre nuestros cuerpos ardientes, con un perfume en flor que atrae amores, que luce con sabor a intrigas jugosas, a juegos nuevos por descubrir. y rodamos sobre la brava gramilla renaciendo, floreciendo con delirio, con un atuendo confortable dentro de nuestra piel, que fluye y fluye fruto de nuestros deseos ardientes conectándonos con este follaje natural a un mundo lleno de emociones.

En las paredes desnudas de este salón, sólo había un cuadro con tu figura pintado por manos desconocidas, pero de una impresionante calidad artística, recorrí el lugar en busca de algo mas que me diera la pista de tan fría despedida, de tu abandono, tratando de revivir el tiempo que pasamos juntos, pero se me escurría el corazón con un mensaje sonoro y contagioso. Tu risa que aún perdura en el aire enrarecido de ésta pocilga. Muchas veces me lo pregunto sin encontrar la respuesta, ahora que no estas, las flores y el parque notan tu ausencia, todas nuestras mascotas te buscan llenas de tristeza, hoy me doy cuenta al mirar el cuadro, lo mucho que te pareces, a otro retrato antiguo de tu abuelo paterno, ahí, en ese pequeño papel plateado de mal gusto, que alguna vez nació con tu rostro y fue reconocido como hermoso, ya se, son mis pensamientos los que juegan con tu recuerdo, yo merecía algo mas que esta infinita sensación de abandono. Se que un día no muy lejano, esta carta llegara a tus

El camino se lleno de ayer, se turbo mi corazón al reconocer tu vos. hoy somos dos desconocidos, que viajan sin saberlo al encuentro aquel. Si, al volcán que aún, con su lava tiñe el alma de color purpura, somos dos que aún fluyen, en este camino intransitable de desdén y olvido. El fuego no murió aquel atardecer, solo se extinguió la producción de él, pero el viento ajeno al sentir invoca con su paso el tiempo, y el ayer se hace presente. Más que cenizas, hay un hermoso juego de colores, mariposas y duendes que cantan, pimpollos de aquel fuego tortuoso y pasional, que tibios y primorosos rondan nuestro nidal. Ya no somos niños llenos de sueños, ya paso la noche, y vivimos el claro día. Hoy somos dos seres diferentes, dos mejorados, que uniendo nuestras soledades encontramos este espacio prendido de una estrella. Hilvanando el momento de ser un arco iris vivas, con aureolas multiplicadas en la piel de cada corazón. Vemos cruzar la senda, nos vemos arder en ella. Revivimos

Al pie del monte un sueño convertido en el sendero dorado, entre el paisaje tu estas, como dormido, en la quietud de las piedras esperando entre la hiedra. El sendero que me lleva a tu encuentro es perfecto, la vegetación bordea el bello lago, y tú, estas ahí, sobre la mañana templada, sobre la vida. Sueñas tal vez, los sueños dulces y quiero interferir en tu halo de luz, que te adormece. El tiempo se me escapa el sol me quita al vuelo el deseado momento. Y te vas, no percibes mi cuerpo, ni mi alma, que disuelta esta a tu lado. Y saltas, tiras, te acomodas sacas las últimas gotas de roció, que quedaron prendidas, entre tu boca, en tus ojos. Y te vas, sin reconocerme sin ver, que soy ese pequeño grillo que lastimo tu oído sin querer, solo por ser especial esencia, etérea del lago.

Dulce aroma En mí dejaste Húmeda saboreo Tu miel, de coco Y misterio. Huésped que surcas Mis latidos, mis ecos Navega tu alma Un río propio De luz. Desnudas mis silencios Anhelando mis besos Descubriéndote. Dormitas en mi sangre Tallando en mí tú esencia De rocío y sal.

En la montaña exuberante en sus llanuras el hombre desempeña un papel, ser protagonista de la vida majestuosa que allí se desarrolla entre árboles aislados y cielos cubiertos de nubes. En esa atmósfera esplendida encontramos el silencio de la naturaleza, allí solos entre sombras de tonalidades plenas creamos nuestra fantasía de amor, un oasis de placer nos fue bañando de luz. La melancolía suavemente nos abandono, la explosión seguida de la fascinación de nuestros cuerpos nos subyugó, en ondulantes pendientes nos perdimos con el fragor del amor. Con un fondo dorado en la lejanía fuimos poseedores de la vida, del sueño, de la creación, la raíz natural, plena y completa que penetra vigorosa inundándonos de luz