La noche mas larga de medianoche

Tan solo sesenta segundos y pude ver el mundo, recorrer las praderas, besar la fresca mañana de invierno. Sentirme renovada con deseos y hambre, con esperanzas perdidas y renacidas. ¡Sesenta segundos de vida que me llenaron el alma de amor y paz, provocando alegrías y júbilos! Fue un sacudón de emoción al verme y sentirme parte de este universo, que también es mío, como tuyo, y de ustedes. ¡Qué bellos segundos viví!, espero repetirlos diariamente porque encontré el elixir de la vida en tan pocos segundos. Que duraron en mí como el fuego sagrado de la vida. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.

Somos rehenes de nuestro pensamiento, aunque no parezca, la maleza crece somos lo que somos pensantes perennes. Cada día en cualquier lugar solo eso, ya que en nuestra mente indiferente habita una luz que emerge sin control... Y nos controla, y nos retiene ahí. Sin consideración nos ata a su correa nos obliga a ser otros, muchos y hambrientos, que nunca estamos de acuerdo. Siempre resistiendo con la mente en blanco, nublada la razón pero... encarcelada, no hay puentes seguros que cruzar sin ser vistos. espejismos,  flash de momentos únicos, solo eso, y un listado que se mueve y confabula, como un pacto entre letras y melodías. buscando siempre un talismán que nos proteja de todos los que somos en uno, después de tantos viajes misteriosos, vemos el paisaje claro, y propio interiormente, el agua corre vertiginosamente mientras cambia su fuente, los pliegues en la arena nos detienen a veces... Alessandrini María del Rosario  

El sabor de la vida nos dibuja el futuro nos complace de noche y acaricia de día, es un sueño sagrado con música y sonido que alerta la horas y nos cubre en su nido. Todo tiene nombre misterioso y perdido ya que somos pequeños para ser entendidos, el espejo del tiempo su cristal ha fundido entre lunas dormidas y estrellas amanecidas. recuerdos de ese paso que nos dieron un día. No sabemos de dónde ha nacido el ombligo que nos une a un todo con el hombre y la vida, no podemos mirar más allá de ese vértigo, Donde nacen las almas hermosas y nítidas Hoy renace la fe perdida entre brumas oscuras renace por amor, renace con dolor al final sin amarras, ya entendemos el arte de vivir entre nubes  al beber cada día… la copa perfumada y florida. Alessandrini María del Rosario

Nosotros, que caminamos largos días que reprimimos mil posturas, que nos quedamos sin amigos. Nosotros, que repartimos tanto cariño que sufrimos muchos destinos, nosotros fuimos testigos de lo que fue. Nosotros, los pecadores sin consuelo los equivocados e inoportunos, los que dejamos un tiempo en la penumbra. Nosotros, que fuimos los reyes sin corona los que aprendieron a ser hombres en los suburbios de la vida. Nosotros, seres humanos renacidos gente de gente que más amamos, nada nos queda se ha perdido. Nosotros, esos chiflados sin testigos locos que vagan en las sombras, locos que sueñan sueños de otros. Nosotros... fieles amigos desde siempre inquebrantables devotos de este destino, hoy nos llamamos arrepentidos... Alessandrini María del Rosario

Mujer… río caudaloso con brazos para repartir, con columnas para apoyar, mujer sabía y dulce, en tu día… que son todos te quiero recordar quien sos. Que al mundo viniste un día para dar amor y ser madre, para comprender sin ser comprendida, para amar sin pedir, solo esperando el momento de ser invitada y amada. Mujer que sufres sin remedio, que en todos los momentos estás, que sos como un ángel guardián, mujer adorada y hermosa, revestida de corazas tu corazón para no llorar, si, reír y perdonar. Madre abnegada, luchadora tenaz valiente y femenina, llena de gracia divina, consagrada al bienestar de todos los que componen tu hogar, a ti te deseo un feliz día. FELIZ DÍA MUJERES DEL MUNDO. Publicado por  maría del rosario Alessandrini  8 DE MARZO 2010

Como un encuentro ilusionado vi, tu perfil desesperado tras el cristal de mi ventana. Tu sombra hilvanaba una melodía blanca, etérea, envolviéndome. Tus dorados secretos se entregaron perfumados de bosques y margaritas, como un duende flotando en su árbol entre capullos de brisa, y caricias. El reflejo de tu corazón tallado amor, la luz de tus ojos en mi verano de oro. El espejo que habla de tus huellas, y aquí, en mi ventana bajo la luna el nido. La noche brilla en su azul intenso, leo en tus ojos instantes misteriosos. Recuerdo ese amor tan grande, y tan fuerte, las estrellas guían mis pensamientos siento que te apoderas de mí, estoy en ti... ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO