Sobre mi piel aún corren atrevidas tus caricias, derrapan sin sostén sobre la herida abierta, castigan sin piedad, y se depositan sobre mi agonía de tiempo. Y el placer que no decae, sino que fluye sin poder dejar de sentir tus labios en mi piel, estoy tratando de hallarte porque la soledad es tan cruel que al desfallecer se impregnan de sudor mis carnes. Tu huella es muy profunda al querer borrarla solo lastima más mi llaga ardiente, y tú estás, no te vas, me hieres sin razón, sin esperanza, voy mutilada, sin fuerzas abrazada al recuerdo palpitante de aquellos días. Voy sin rumbo, como una marioneta golpeada por el viento, sobre tus pasos desiertos que nunca más alcanzare. Voy sin más luz, que el oscuro tormento de saber que no recuerdas, ni sientes como ayer este amor, despojándome de rabia y dolor, te maldigo… con un beso, que te atravesará el corazón quedándose allí, mi huella. Tus manos ásperas, buscaran arrancarme de tu corazón salvajemente, pero el...