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Mostrando entradas de enero, 2021
  Luego de hoy, no hay mañana solo la estela de adiós, formo un cuadro de penas señales dibujadas, esperas implantadas nada más se ve en el cielo, los fantasmas ríen y ellos saben de que. Pero tu cuerpo desnudo espera un adiós que nunca llegara porque no existes aún, solo estas en las pupilas del pintor más retraído qué te ha concebido... María del Rosario Alessandrini.

PLACIDEZ

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PLACIDEZ Fluye sin descanso el amor de primavera ella espera... El solo la mira como comenzó a gatear por las perlas verdes de las ramas. El sol aguarda que ambos se encuentren entre los pétalos junto al camino, donde florecerán enamorados pimpollos. Y unidos se verán destellando placidez en los jardines del alma humana. María del Rosario Alessandrini.

AMOR Y ODIO

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  Casquivana soy la noche me cobija con su sombra esquiva, mientras la luna me guía en silencio, voy recordando tus ojos amarillos bajo su luz. La noche inquieta me aturde con su ritmo fascinando mi alma con agudos suspiros. Ya no distingo ni tu figura gris, ni tus ojos de nardos. Es un secreto de rosas que amalgaman mi oscura tempestad De amor y odio. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

EN EL MAR DESNUDO

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  Me desnudo, en el desnudo mar donde danzan los peces, las golondrinas pescan en medio de las olas que flotan con el esfuerzo de sus criaturas. Allí donde la crueldad no llega porque su roce es de agua, su lamento de sal. Su casa construida de arena no permite que la denigren los malos soles impostores. Danzo con las aletas de la vida, con mis piernas de luna enamorada. Mi vestimenta se forjo de orquídeas que navegan libres entre enaguas de sedas bordadas, y hebras doradas de luz. Allí donde florecen los hombres de plata, arrastrando sus espadas templados de coral salado. Desnuda como el mar inundado de peces, navego en alta mar por la corriente marina, en medio de su verde esmeralda, que ruge, que calla, que huele a loción de seres vivos, inocentes de desquicio. Allí me cobijo, en sus extrañas profundas, en su larga orilla, en su templado lenguaje milenario, en su tersura, en su actividad de andar oleajes. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI