PAMPA
El viento habla, su lamento se escucha latente, hace aureolas descamando árboles, azota sin piedad estos montes de caldén y algarrobos, la tramontana danza con las flechillas blancas y negras, es un cuadro salvaje de arena soleada. Se pasea por la ciudad sin mitigar su canto prolongado y triste. La lluvia se aleja apacible luego de una breve manifestación natural impetuosa y repentina. Ahora solo el viento aulla frecuente mente, dilatando los sentidos,y el corazón, con su vigor arrollador y apasionado. Hola a todos, les dejos el canto pampeano por unos cuantos días, entraré muy poco, ya estoy de vacaciones y el tiempo se hace corto pero hermoso… como pueda, los leeré a todos Gracias amigos