No es un relato, es un presente incomprensible que no nos deja vivir. Se busca lo perdido del ayer sin comprender que la vida continua, somos inconformistas siempre tratando de ver lo que fue, nunca mirar al presente, ni hablar del futuro. Es un sendero espinoso, un camino sin luz, un montón de chatarras que no existen. Ahí- seguimos entre muchos aislados, cada vez más. Asfixiándolo con las palabras que caen sin sentido. La duda siempre latente, colmando el pensamiento de inquietud. Quizás un día encontremos ese paraíso desconocido; justo dentro de uno, hurgando los sentimientos, hurgando ese hoy que rememora el ayer, quizás jamás lo podremos ver. El mundo gira, los sentidos van y van, los sueños nos completan, y somos infelices, no sabemos vivir de otra manera. Equivocados, al margen de las palabras dichas, siempre atareados con lo que fue, es y vendrá. Soltemos las amarras y volemos a un mundo mejor Allí donde las disputas no dañen, allí , siendo libres como la brisa que des...