La noche mas larga de medianoche

  PALABRAS SILENCIADAS   Ella dormida y tranquila, él, sobrevolando su nido, nubes blancas esparcidas sobre la tarde presente. En la sombra de la sábana, el sueño se vuelve ausente, en sus manos de piel ajada sus dulces flores lloraban. El traje azul y encantado, voló. Con: sus alas rotas, en los brazos de Morfeo se abrió un sendero de rosas. Atormentado el silencio unió sus labios a la noche, gritó,  sin querer a su sombra acurrucado en el viento. Luchando contra el tiempo que desconocido se abatía, se fue bebiendo despacio. La verdad de aquellos días. Solo iris de rocíos iluminaban aquel destello. Quejidos en la noche, solamente un tropel de palabras entristecían la cuna ya silenciada. No hay migajas, solo un día de sol y espejismos, una mañana cualquiera. Soledad, indiferencia una trampa esculpida, solo una noche cerrada, y un   amanecer sombrío… Alucinado de brillo.   A-M-R

  El tiempo pasa sin respuestas y las preguntas mueren antes de nacer, ¿qué dominio tiene no ser visto?. Nada aclara la sospecha de su velocidad solo sentimos que deja huellas, en cada corazón y cada cuerpo que tilda. ¡Si pudiéramos hacer que el viento lo detenga no es posible él no tiene ese don! no se conoce a nadie que pueda interrumpir su paso. Quizás un día descubriremos cómo manejarlo por ahora creo que nadie sabe cuándo, los elementos que brillan solo existen por el... A-M-R

  Reconozco mi dificultad para contar lo que siento cuando estamos juntos, y me miras con esos ojos.   Reconozco que te adoro que me haces sentir mucho, que todo eso me persigue de noche, de día, y al amanecer.   Reconozco que eres mi otra parte que sin tu amor no soy nadie, que al besarte me siento viva como una diosa en el paraíso   Todo es muy bello, y dulce te entrego mi corazón, y mis sueños para que lo completemos juntos en cada amanecer que nos regalamos.   Reconozco que nunca ame tanto es un sueño casi imposible, encontrarte en mi camino de hoy y saber, que siempre estaremos juntos.   A-M-R

  ANIMACIÓN Sentado en la butaca revoleando las piernas, mira el tablero flotando en sus narices, y deduce que en su adolescencia nunca descubrió el arte de sentir, la quietud en un lugar entre tantas personas organizadas, sencillamente fue diferente, el tablero es terriblemente aburrido, siente que sus piernas se aquietan incómodas, el ya no debería seguir sentado así, los miedos regresan apresurados a instalarse en su mente. Juan …dónde te has metido hermano, tengo frío y estoy desarmado en este atolladero, en esta muralla insolente que clama por mí,. Sabe que Juan no lo escucha, hace rato que no lo escucha, su vida transcurre solo por la paralela de sus sentidos, tiene miedo de no saber seguir la ruta, quiere salir de allí, trata de levantarse pero el murmullo aquieta sus movimientos, y se deja caer nuevamente en su butaca, presiente que no podrá hacerlo, duele el tiempo que pierde entre las sombras desconocidas que le rondan. El tablero sigue dando números sueltos, páginas que no e