NADA MÁS
Se consumió el tiempo
rápidamente,
sólo quedó vacío
cual desierto.
Se durmió la impotencia...
ya no sale de su hastío.
Está perdida con la fe
en la oscura cárcel
del olvido.
Se sintió en el pecho,
en el alma se fundió
ese desprecio,
que fue creado sin conciencia.
Es tarde, casi de noche,
crujen los árboles dormidos,
viajan los sueños
a otro tiempo de olvido.
Vuela la tierra,
hay hojas y brotes
que eriza el viento…
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
Se ve en esa imagen que vas describiendo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay desolaciones en el alma provocadas por grandes decepciones. Sólo queda tener altura de mira, aprender de lo experimentado y continuar, ya no como antes, pero más atentos.
ResponderEliminarPor desgracia ese sentimiento me resulta muy familiar.
ResponderEliminarBesos.
Un poema dulce y melancólico, María del Rosario.
ResponderEliminarAdecuado al tiempo que tenemos estos días grises del invierno más crudo.
Crudo es mas de las veces encontrar renuevo en el camino ...pero si hay brotes nuevos...hay que saber esperar.
ResponderEliminarBesos
La vida nos va presentando nuevas experiencias y a veces nos sentimos como el paisaje de tu poema, desilusionados y áridos...Pero, la vida empieza cada día, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño
Pese a todo, no debemos de perder la esperanza, somos fuertes, nos crearon con la resiliencia suficiente para afrontar adversidades y caminaremos con la cabeza alta, aprendiendo de los tropiezos y, con la fe en el alma, llegaremos a encontrar esa paz y felicidad deseada.
ResponderEliminarMañana, las dos veremos salir el sol.
Te dejo un fuerte abrazo.
kasioles