Aquella tarde primaveral te vi llegar con tu atuendo de hombre pasional, de mirarte, me enamore de tu andar, tu figura robusta, tu caminar, nadie imagina cuánto deseo despertó, tú presencia, tu estilo, tu estampa de hombre sensual. Sin razón, sin objeción, en tus brazos caí, en tu regazo como una flor me deshoje, en esos ojos negros me vi desfallecer, en tu piel canela, ardiente me cobije. La pasión desbordó liberada, y fuimos ambos fósforos en la rivera de la música. El amor junto al deseo despertó, por un sendero apasionado nos llevo. A la hora de la luna se presentó el descontrol, y entre las hojas de su luz, pintamos su belleza de ardiente fuego, naciendo en poesía... A-M-R
No es extraño que una persona tan sensible, presienta vibraciones en el silencio de la noche.
ResponderEliminarBello poema.
mariarosa
Un recuerdo? un sueño? Todo está o queda en nosotros.
ResponderEliminarun abrazo
Hermoso, muy hermoso tu poema.
ResponderEliminarExiste, si, asi se siente el amor cuando llega como una voz interior que se hace presente diciendo, aqui estoy, y vibra todo tu interior.
Un abrazo.
Ambar.
Muy bello tu poema. Eres toda amor!
ResponderEliminarCariños.
me gustó que experimentes con lo no dicho
ResponderEliminary dejes canales de interpretación amplios
lo que sea será y si es percibido habrá dejado huella
besitos y feliz semana Rosario