Me despiertas con lluvia,
mi cuerpo seducido te abraza,
y mi memoria dormida
prendiéndose a tu pasión.
Un volcán en erupción,
una hoguera encendida,
dilatada, vivía frágil y veloz
en tus ojos dorados.
En tu cuerpo melodioso,
en tu alma prestada,
esos pétalos rojos que florecen
cuando vienes a verme.
Es otra piel de lobo,
otro rasgo de entrega,
una ilusión en mi pecho
mendiga cena de adiós.
LA NOCHE CUBRE CON SU MANTO EL MUNDO DE COLORES PARA VESTIR DESPUÉS DE AZUL CADA AMANECER QUE FLORECE LLENÁNDONOS DE VIDA.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ALMA
Los juegos amorosos surcan un corazón que oculta su soledad, la luz de la vida le llega con fuerza y su alma se transforma florecida, vibra...
-
Una esfera brillaba bajo el límite del tiempo Se hace invisible, es un espacio vacío Demasiado oculto, su sendero, su silencio. No hay voce...
-
Cuantas horas y minutos pasan sin que pueda llegar a tu corazón, cuanta angustia y encono se factura, tanta nostalgia y olvido para qué. Do...
-
Plegado tu corazón a mis deseos te desordeno tus sueños, ataco con mis fusiles de nubes rojas Mientras la razón enloquece. Ambos luchamos si...

Un despertar de pasiones. Lo inesperado en el amor es lo más sustancial y, por qué no, mendigado.
ResponderEliminarmis besos
Apasionante poesía. Tu sensualidad brota en cada verso, donde el amor se convierte en un mendigo, pero enamorado.
ResponderEliminarmariarosa
El amor no es algo que nos sucede es algo que nosotros elegimos...
ResponderEliminarHola Preciosa, siento perderme alguna de tus entradas, pero cuando entro las leo.
ResponderEliminarPrecios tus versos, cuando uno se enamora pierde la noción del tiempo, que el mendigar amor te haga sentir la felicidad.
Que el tiempo de reflexión de esta semana Santa, te sea lleno de Paz, alegría y felicidad.
Un abrazo.
Ambar.
Mendiga cena de adios,,,duro verso pero cierto. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminar