REMOLINO DE FUEGO


Remolino perdido bajo la llama
Esa luz que corre sin descanso
Vacía pasea por pupilas abiertas
Se esconde jugando en el lumbral.

Ausente cayeron los recuerdos
Sus espinas arden aún en su fuego
Enrojecido, danzando sin sueños
Ruinas que dejaron cenizas tibias.

Las tormentas callan sus lamentos
Hay azahares que florecen al viento
Son los rojizos silencios invadiendo
Torturando con sus burbujas mudas.

Canción de extraña melodía; gota fría
Diminutos sonidos que retoman
Los momentos azules de los grillos
Música que cierra las pupilas húmedas.

Desierto poblado de besos de otros, de ti
Te buscan los vientos trasnochados de mí
Solos están allí los que amaron vidas
Sobre un jardín que fluye inquieto de cenizas.

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