La brisa persistente
elogia tu mirada Enmarañada en mis pupilas. Añorándote en mi alma el silencio palpita, en medio de este tránsito De bellas emociones. Un coro de flamencos que la brisa atrae nos llega musical, sensual y detenemos al viento Que se aproxima en silencio. Solo él nos acaricia Coloreándonos de luces. No me olvido del soleado día de tu melancolía de tu risa Aquel amanecer. De aquel amor poblado de ternura ni de tus besos No me olvido lo vivido. Sé de la tristeza de aquel ayer de esos momentos añoradosnunca me olvido.
Ni de tus ojos, ni de tu voz.
De mi llanto
no me olvido, de tus besos
ni lo intento más,
no me olvido de tu corazón
Ni de tu olvido.


