AÑORÁNDOTE
La brisa persistente
elogia tu mirada Enmarañada en mis pupilas. Añorándote en mi alma el silencio palpita, en medio de este tránsito De bellas emociones. Un coro de flamencos que la brisa atrae nos llega musical, sensual y detenemos al viento Que se aproxima en silencio. Solo él nos acaricia Coloreándonos de luces. No me olvido del soleado día de tu melancolía de tu risa Aquel amanecer. De aquel amor poblado de ternura ni de tus besos No me olvido lo vivido. Sé de la tristeza de aquel ayer de esos momentos añoradosnunca me olvido.
Ni de tus ojos, ni de tu voz.
De mi llanto
no me olvido, de tus besos
ni lo intento más,
no me olvido de tu corazón
Ni de tu olvido.
Imposible olvidar, cuando duele aun cuesta mas, ni escribiendo rimas se pude pasar pagina. Un abrazo
ResponderEliminarEse "coro de flamencos"... Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una bella inspiración muy romántica, y nostalgico recuerdo que según la estrofa final parece ser de desamor. De cualquier forma, cuando se ama de verdad, nunca se olvida, siempre surgen los recuerdos.
ResponderEliminarBello leerte María del Rosario. Abrazos.
Olvidar es siempre morir un poco, pero a veces es necesario, casi diría que obligatorio para poder seguir viviendo. Aunque sea viviendo un poco menos.
ResponderEliminarRecordar es alimento. El olvido es algo que por suerte no existe, la felicidad son momentos, no es algo eterno. Recordar lo vivido, aunque duela, es un filtro natural que nos ayuda a seguir viviendo.
ResponderEliminarQue tengas lindos días.
NN
Tu poema es muy hermoso e inspirador!
ResponderEliminarCuando se ama de verdad con pasión, no puedes olvidar!
Siempre hay recuerdos que no se pueden borrar... se quedan grabados en el alma y el corazón...
Un gran abrazo!
Um amor que se esqueceu, mas que deixou saudades.
ResponderEliminarÉ assim a vida.
Abraço amigo.
Juvenal Nunes