En tu cuerpo, mi cuerpo se transforma
el amor corre bravío, y tembloroso
es un río que baja enardecido,
cambiando nuestro mundo indiferente.
En tus labios los besos se adormecen
y nada la piel, en el susurro de tus ojos,
viajan los colores en la sangre más roja.
El sonido del silencio se hace visible
la ternura nos sumerge muy profundo,
humedeciendo los trinos de jolgorio.
Ha comenzado a latir un viejo sueño
y dos almas se retienen en dos cuerpos.
Mientras el silencio aflora escondido,
enhebrando tiempo, y nostalgias en un solo destino...
Alessandrini María del Rosario






