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Te retrata esa pintura
un instante efímero que envejece tu memoria. Y los sueños te abandonan en su niebla irrepetible que fluyen, escalan distancia. También las letras se marchan temblorosas de fatigas. El silencio implacable vaga, sin retorno, sin fronteras su canción de despedida, formando estelas de plata. Con la brisa se acompaña sin ningún rumbo se abrazan. Titilan las negras sombras que vaciaron tus migajas, esas, que ya no te quedan se fueron tras de la nada. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI |
LA NOCHE CUBRE CON SU MANTO EL MUNDO DE COLORES PARA VESTIR DESPUÉS DE AZUL CADA AMANECER QUE FLORECE LLENÁNDONOS DE VIDA.
jueves, 30 de noviembre de 2017
"OLVIDO"
lunes, 27 de noviembre de 2017
"CRÓNICA IRREAL"
Viajar en un túnel de papel y lunas,
recorrer locales de tesoros perdidos,
palpar que lo real exista en el fondo azul...
Hacer una crónica sencilla con las barajas,
con sombreros rojos, y gotas de limón.
Mientras las pupilas se agrandan de licor...
a los gritos de guerra en la vertiente naufragamos.
A lo bestia, cantando una canción sin sonido
vacíos de música salir del refugio,
mientras se quema el papel en su huida.
engordado la estima en el destierro.
Los juegos dorados nos aproximan
simpatizamos, alocadamente nos resistimos a compartir
lo que vinimos a usurpar.
Errantes naufragamos en un mar de dudas,
el laberinto nos desnuda en mosaicos oscuros...
No interpretamos la fisura abierta,
entre la razón que oscila y divide...
La vibración burbujea mientras flotamos sin destino.
recorrer locales de tesoros perdidos,
palpar que lo real exista en el fondo azul...
Hacer una crónica sencilla con las barajas,
con sombreros rojos, y gotas de limón.
Mientras las pupilas se agrandan de licor...
a los gritos de guerra en la vertiente naufragamos.
A lo bestia, cantando una canción sin sonido
vacíos de música salir del refugio,
mientras se quema el papel en su huida.
engordado la estima en el destierro.
Los juegos dorados nos aproximan
simpatizamos, alocadamente nos resistimos a compartir
lo que vinimos a usurpar.
Errantes naufragamos en un mar de dudas,
el laberinto nos desnuda en mosaicos oscuros...
No interpretamos la fisura abierta,
entre la razón que oscila y divide...
La vibración burbujea mientras flotamos sin destino.
domingo, 19 de noviembre de 2017
"LA VIDA"
La espera se apronta a ver el espectáculo que no llega desde
la bahía. El director de la orquesta sigue con sus manos recreando un tiempo
musical.
Las horas giran por el sendero de números perdidos sin
minuteros, la brisa acaricia esos colores dorados que emana del hombre
esperando su realidad subjetiva. El silencio circunda la noche, los ojos
misteriosos se descuelgan de la cara que trasluce la duda del viento y su secreto.
Mira el reloj que gira lentamente, y en su búsqueda del
tiempo se hace huella, un círculo lo traspasa, lo agrade, lo llama silencioso.
El hombre entiende ese latir ensordecedor que va mutando en sus ojos, comprende
lo incompresible en su más íntimo aliento, y descubre la tiniebla perlada en
el último punto de llegada. Sus ojos recorren sombras, colores, deseos y más figuras
que van diluyéndose en su llegada, casi al final el caracol sujeto por números lo
absorben en minúsculas fibras, lo encapsulan, siente el latido que aumenta en intensidad,
advierte el agua que lo cubre, lo contiene… al fin su llanto aflora
musicalmente llora de hambre de vida…
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
viernes, 17 de noviembre de 2017
"EL ESPANTO"
Sobre el mármol blanco dejaste nuestra foto de casados, sin darte cuenta que en la casa un ser irracional rondaba cada cuarto en busca del espanto.
El alarido quebró la tranquilidad de la noche, fue tan horroroso que salte de la cama buscándote, llamándote a los gritos, no recordaba que te habías quedado escribiendo en el borrador de tu nuevo libro. Corrí por los pasillos desesperada no teníamos luz solo se veía los rayos de una gran tormenta atravesar las ventanas, nos rozamos sin querer, un escalofrío recorrió mi espina dorsal mientras mi voz desaparecía de mi garganta hundiéndose en mi estómago.
Me tomaste de la mano, hablándome bajito casi susurrando para que dejara de temblar, al sentirte, un sollozo entrecortado despertó mi conciencia me aferre a ti, en silencio fuimos recorriendo la casa sin ver nada más que sombras. Me fui calmando mientras me besabas y apretabas cariñosamente.
En medio de truenos y relámpagos una figura angelical se hizo visible, en sus ojos se reflejaba la muerte, grite con todas mis fuerzas. Ahora el miedo se instaló al ver el contraste de la blancura de sus párpados, y sus cabellos negros. Corrimos y entramos juntos a la habitación cerrando la puerta con nuestros cuerpos apretados, la luz regreso justo a tiempo, caímos en la cama exhaustos.
Te pregunte algo, que en ese momento se me vino a la mente. Si ya tenías terminado el boceto de tu libro "el espanto", me miraste sorprendido como si mi pregunta te recordará alguna cosa que olvidaste contarme. Entraste en pánico, tus ojos se volvieron blancos como los párpados del ángel, me miraste sin ver, se transformó tu cara, la palidez de tu rostro me amenazo indiferente, como si no me conocieras. Tomaste un sorbo de agua de la jarra que siempre está en la mesa de noche, y luego, mirándome con hostilidad repetiste, es el espanto, es el espanto que visita mi alma y mi cuerpo. Es quien está en mi libro y en mi vida.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
El alarido quebró la tranquilidad de la noche, fue tan horroroso que salte de la cama buscándote, llamándote a los gritos, no recordaba que te habías quedado escribiendo en el borrador de tu nuevo libro. Corrí por los pasillos desesperada no teníamos luz solo se veía los rayos de una gran tormenta atravesar las ventanas, nos rozamos sin querer, un escalofrío recorrió mi espina dorsal mientras mi voz desaparecía de mi garganta hundiéndose en mi estómago.
Me tomaste de la mano, hablándome bajito casi susurrando para que dejara de temblar, al sentirte, un sollozo entrecortado despertó mi conciencia me aferre a ti, en silencio fuimos recorriendo la casa sin ver nada más que sombras. Me fui calmando mientras me besabas y apretabas cariñosamente.
En medio de truenos y relámpagos una figura angelical se hizo visible, en sus ojos se reflejaba la muerte, grite con todas mis fuerzas. Ahora el miedo se instaló al ver el contraste de la blancura de sus párpados, y sus cabellos negros. Corrimos y entramos juntos a la habitación cerrando la puerta con nuestros cuerpos apretados, la luz regreso justo a tiempo, caímos en la cama exhaustos.
Te pregunte algo, que en ese momento se me vino a la mente. Si ya tenías terminado el boceto de tu libro "el espanto", me miraste sorprendido como si mi pregunta te recordará alguna cosa que olvidaste contarme. Entraste en pánico, tus ojos se volvieron blancos como los párpados del ángel, me miraste sin ver, se transformó tu cara, la palidez de tu rostro me amenazo indiferente, como si no me conocieras. Tomaste un sorbo de agua de la jarra que siempre está en la mesa de noche, y luego, mirándome con hostilidad repetiste, es el espanto, es el espanto que visita mi alma y mi cuerpo. Es quien está en mi libro y en mi vida.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
jueves, 16 de noviembre de 2017
RESUCITAR
El se pregunta sin su voz interior
no puede digerirlo, lo comprime
no sabe que ese cuento ya paso,
pero insiste por borrar ese paso.
su voz lo asedia con furor
lo ronda por el muro envejecido,
lacera su recuerdo que ya se fue,
mientras el cable se cuelga...
la luz se apaga, su mente vaga
el silencio lo APRISIONA
el terror lo acorrala en sudor
las hojas de sus pensamiento...
como saetas le envían luces.
el no sabe vaciar ese bullicio infernal
en su divagar las sombras van unidas
para desechar pensamientos neutros,
que lo obliguen a morir sin ver...
RESUCITAR es su ultima esperanza
pero sabe que no puede hacerlo
le falta el ultimo recuerdo
le falta su "YO perdido si el...
no puede digerirlo, lo comprime
no sabe que ese cuento ya paso,
pero insiste por borrar ese paso.
su voz lo asedia con furor
lo ronda por el muro envejecido,
lacera su recuerdo que ya se fue,
mientras el cable se cuelga...
la luz se apaga, su mente vaga
el silencio lo APRISIONA
el terror lo acorrala en sudor
las hojas de sus pensamiento...
como saetas le envían luces.
el no sabe vaciar ese bullicio infernal
en su divagar las sombras van unidas
para desechar pensamientos neutros,
que lo obliguen a morir sin ver...
RESUCITAR es su ultima esperanza
pero sabe que no puede hacerlo
le falta el ultimo recuerdo
le falta su "YO perdido si el...
CARACOL
Una mañana de sol
transparente
su figura emergía
como una flor extraña
en mi jardín.
Un retoño que plante
dio su primer pimpollo,
en sus pétalos de seda
un caracol renació,
con sus ojos de bellotas
se comía mis platines.
Mi jardín en un susurro
a los gritos me pedía
que sacara al señor
que sus bigotes dolían,
cada día que llegaba
una flor él se llevaba.
Con un pañuelo de plata
al caracol asiste
lo lleve a mi ventana
y la vida le entregue,
el parecía decirme
que le gustaba mi jardín,
ya muy conmovido
arrastrando su casita
por la pared descendió,
al fin ellas felices
brindaron con más color...
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
martes, 14 de noviembre de 2017
"RETRATO OSCURO"
El espejo la retrata jovial, dinámica. En la niebla de silencio veo un rostro abstracto, silencioso inexorablemente oscuro.
Sin embargo las quimeras del tiempo aún suspendidas flotan en un marco inquietante, habla en su exilio.
Su aullido de perdida fluye como un hálito de vida, en su rostro sin memoria se funde el desaliento con la intriga misteriosa que revive en la humedad de su máscara.
El espejo trasmite más allá de su niebla los pájaros sin vida en sus huecos sin ojos...
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Sin embargo las quimeras del tiempo aún suspendidas flotan en un marco inquietante, habla en su exilio.
Su aullido de perdida fluye como un hálito de vida, en su rostro sin memoria se funde el desaliento con la intriga misteriosa que revive en la humedad de su máscara.
El espejo trasmite más allá de su niebla los pájaros sin vida en sus huecos sin ojos...
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
lunes, 13 de noviembre de 2017
MURALLA ESTELAR
Duermen los ojos nocturnos
entre copos de nubes,
la noche acompaña su sueño.
Ruinas y fantasmas en la hoja
que la brisa acumula,
junto a la cigarra amorosa.
El árbol en su letargo cruje
añorando las alas veraniegas
que se acomodan en su sabia.
La primavera llego presta,
el sol tan libre recorre regalando
su brillo, su reflejo de fuego y alma.
Sin su presencia no hay colores,
ni amapolas girando en los ciruelos,
ni rosas, ni tiernos cristales de roció.
Así en la tierra susurran deslumbrante
sus astros como pájaros en vuelo, y
en la muralla de la noche se detienen.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
entre copos de nubes,
la noche acompaña su sueño.
Ruinas y fantasmas en la hoja
que la brisa acumula,
junto a la cigarra amorosa.
El árbol en su letargo cruje
añorando las alas veraniegas
que se acomodan en su sabia.
La primavera llego presta,
el sol tan libre recorre regalando
su brillo, su reflejo de fuego y alma.
Sin su presencia no hay colores,
ni amapolas girando en los ciruelos,
ni rosas, ni tiernos cristales de roció.
Así en la tierra susurran deslumbrante
sus astros como pájaros en vuelo, y
en la muralla de la noche se detienen.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
domingo, 12 de noviembre de 2017
"UNA PARTE DEL TIEMPO"
POEMA I
Nadie me extraña
Soy solo una solitaria
Que añora ser
Que quisiera ser
Que podría ser
Esa rosada poesía
Esa blanca nube pasajera.
Nadie me extraña,
Quizás no existo
Solo soy una más
En ese ruedo
Donde desfilan poetisas.
Hay un nuevo tiempo
Donde no estoy incluida
Soy un retazo de poesía
Una flor caída sin vida
En las escaleras azules
Bajo un cielo que antes
Se llenaba de luceros.
Soy una extraña
Que comprende y se aleja
Que existe en los ojos
Del tiempo
En la voz del viento
En el sonido del silencio.
Soy esa extraña que necesita
Un sendero de luces
Y una estrella que la guíe
Mientras va agotando
Su energía...
POEMA II
Trasladar la noche
al final del pasillo,
un lugar oscuro
donde duermen las penas
y se afanan la lágrimas
por mojar a la luna,
y se afana la luna
por abandonar la noche.
Rocas que enfurecen
cuando las aguas no llegan
y los vientos lastiman
y las penas florecen,
despojadas de antorchas
fronteras que no olvidan.
Idilios con la luna,
en el silencio profundo
de la noche perdida
que late en su guarida.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Nadie me extraña
Soy solo una solitaria
Que añora ser
Que quisiera ser
Que podría ser
Esa rosada poesía
Esa blanca nube pasajera.
Nadie me extraña,
Quizás no existo
Solo soy una más
En ese ruedo
Donde desfilan poetisas.
Hay un nuevo tiempo
Donde no estoy incluida
Soy un retazo de poesía
Una flor caída sin vida
En las escaleras azules
Bajo un cielo que antes
Se llenaba de luceros.
Soy una extraña
Que comprende y se aleja
Que existe en los ojos
Del tiempo
En la voz del viento
En el sonido del silencio.
Soy esa extraña que necesita
Un sendero de luces
Y una estrella que la guíe
Mientras va agotando
Su energía...
POEMA II
Trasladar la noche
al final del pasillo,
un lugar oscuro
donde duermen las penas
y se afanan la lágrimas
por mojar a la luna,
y se afana la luna
por abandonar la noche.
Rocas que enfurecen
cuando las aguas no llegan
y los vientos lastiman
y las penas florecen,
despojadas de antorchas
fronteras que no olvidan.
Idilios con la luna,
en el silencio profundo
de la noche perdida
que late en su guarida.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
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