La noche mas larga de medianoche

Soy una mujer corriente con deseos y esperanzas ni de oro ni de plata, mi religión radica en mi fe, no creo en vanidades, no soy religiosa, si, espero de la vida lo que merezco lo que me fue otorgado cuando nací, tengo ideas y pensamientos que van más allá de la religión, mi Dios está en mi corazón, mi fe es la que necesito para vivir sin ella nada soy solo un parásito mas, quiero ser feliz y compartirlo, me gusta que mi lugar sea grande y pueda albergar a todos los que quieren ver salir el sol y esperar el atardecer; Me gusta escribir, sin las letras me siento incompleta voy por este mundo esperando dar lo que pueda, y saber que al otro le llega con la intensidad que el busca, nada soy sin ustedes, nada quiero para mi, todo es de todos… así compartiendo se encuentra la verdad. Medianoche.

Su presencia lastima y sorprende Confusión del lenguaje devenir del tiempo el eclipse nocturno se detuvo en silencio. El viento fuerte, callo su ondular silbido solo canto la nostalgia desvanecida. El susurro de la noche perdió su paz nadie salió al llano, maduro de dolor. Sus fantasmas persiguieron su sombra en medio del terror, grito mi nombre. que desvanecido huyo del clamor inerte Cayó la sombra pesadamente en mi rosal mis ventanas cerraron sus bocas al ruiseñor. Y llego el tiempo montado en su corcel de fuego, es tan profundo el calor que acontece a la aurora que solo respirar duele como una espina de fuego. Sobre el lago azul con rabiosos colores de verdes la golondrina parte a vivir su libertad donde terminan las hojas que caen en la oscuridad de una gota de luz. Medianoche.

Es compleja la esperanza si la ves y no la alcanzas agonizas en la brisa de su luz. Y la nombras en el sueño que se acuna y se hace dueño del amor entre el viento agitado y el resplandor de un instante. Las mejillas sonrosadas espumantes Y un millón de esmeraldas solidarias que cuajadas en las alas se hacen piel. Piel de sueños ,de colores, de miradas se estremece con la llama que arde brava en su fuego se consume la inquietud la respuesta está en el alma del mañana. Medianoche.

La comunicación interior palpitante, fluye y una luz clara que ilumina penetrando cada espacio del fibroso corazón rojo calla que silenciosa advierte la realidad. Es difícil el equilibrio que se proyecta desafiante, languidecen las arterias que lo contienen todo apasionado espera el día basado en imágenes difusas que dibuja en cada pétalo que se eleva brillante. Así trasnochado va armonizando cada día esperando, alejado, bañándose con luz de luna buscando el significado velado por la niebla encontrando un sendero que debe transitar. Y los pliegues de su corazón ocultan los grilletes no hay círculos, hay vida, fuerza y mucha emoción. tantas lágrimas que se pegaron de fastidio enredadas a las alas primorosas de la ilusión. Medianoche.

Este paraíso lleno de magia que fluye con la paz del momento que adormece los pensamientos que insinúa su verde creciente; Allí me encuentro en estos momentos, en los cerros, el cielo, y el agua cristalina, ya enamorada de ésta belleza sutil. Paisaje lleno de vida y flores perennes, embriagada de placer se estremece el alma; Los pájaros observan mi gran placidez, y pían. Lo hacen comprendiendo el momento la necesidad de la melodía que solos ellos me pueden brindar, y estoy extasiada y misteriosa, alocada y cautiva de lo que observan mis ojos, y sueño una vida envuelta de perfumes naturales, sin penas, con alegría e ilusiones, olvidando todo lo que no quiero recordar… el silencioso sonido; Letargo de los días de fuego, de susurros dolorosos. Todo se desvanece en un segundo, incapaz de retenerlo solo atino a rescatar en mis pupilas un cuadro esplendido. Que cuelgo sobre el marco de mi ventana para verme pasar... Medianoche.

Ellos caminaron sin tiempo ni pausa, buscaban la soledad para unirse en cuerpo y alma para poder ser dos almas más. Se perdieron en la tormenta, el frio los entrego a la oscura noche blanca, no encontráron el camino o no quisieron volver. Se apagaron en un suspiro; luego cayeron en un sueño que desbastó los recuerdos insinuando un nuevo tiempo. Sombras blancas recorrieron aquellas dunas serpenteantes. las doradas arenas salvajes tenían su historia de tiempo. Ellos no advirtieron su calor ni el frío azucarado que endulza. Yacían sin conocimiento, laxos; el viento silbaba su lamento. Aquellas criaturas nunca despertaron y el paisaje, con su poso de arena fría, mostró como sus cuerpos vacios de vida eran acariciados por el piadoso viento y la dorada arena. Medianoche.

Aroma de piel de roble y miel conjuro del sentido que fluye destilando su arrope de pino sobre el núcleo del abismo. Serena se deleita la boca absorbiendo tus caricias despertando en la noche la brisa serena de tu voz. Juntos y unidos recorremos un cielo azul poblados de luces un mágico encuentro de asteroides un enjambres de seres curiosos. Llegamos a la cumbre más alta luciendo la calma espiritual abrazando los juncos ardorosos descansando de el soplo voraz. Medianoche.

No tiene voz para clamar, ni pincel para pintar su vida las letras le están esquivas, sus sueños navegan por vivir. Son alas que el viento tiene nubes que asisten a la lluvia, agua que recorre su figura, dudas que vagan sin cesar. En busca de aquel camino donde quedo su destino, donde quedo su altivez y sus secretos plasmados. Su pluma que casquivana recorre el blanco papel sin poder dejar en el una palabra de aliento un mensaje, un encuentro. Una caricia de ensueño un fresco rubor del tiempo, solo se escucha el lamento de un poeta susurrante, que sabe ser caminante al momento de crecer. Medianoche.