Caperucita camina por el bosque tratando de encontrarse y de encontrar la solución. Fastidiada por las palabras del leñador, que la vive atormentando con la idea de que el lobo se la quiere deglutir. Así, mientras cavilaba que hacer, se encuentra con todos los animales del bosque que le gritan cosas a su paso. Ella con su hacer frágil, su coqueteo, cree que la están halagando y no se percata de la furia de los pobres animalitos, que están casi mas perdidos que ella. Los mira, y con su andar de princesa en decadencia, les dice que el lobo no podrá con ella, que no se entregara a sus deseos, que su fuerza de voluntad es más fuerte que todo el clásico olor de la naturaleza. Ellos la miran sin entender muy bien lo que les quiere comunicar, y caperucita sigue su camino con la frescura de quien no sabe muy bien en qué lugar esta posicionada. Descansa entre la bruma de sus desquicios y piensa en su príncipe azul, y los sueños la trasladan al mundo sin más responsabilidad que sus bellos recuer