ELLA
Ella desea sus labios como al alcohol Desea su cuerpo entre flores azules Ella lo creó de su última imaginación Y fue imposible dejar de amarlo ahora. Ella se despide de sus amapolas rosadas De sus grises dormidos en las mañanas Del celeste que la cubre en la madrugada Se viste de sombra casi blanca nube. Él se disipa en sus esperanzas y no lucha Sabe de sus pecados ocultos y no lucha Quiere caminar entre juncos secos de soles Borrar su nombre del mismo modo su faz. Él no distingue sus nardos florecidos Porque ella le quitó el deseo de hacerlo No reconoce su alegría pasada, solo se ve. Se mira, y no se encuentra más en ella. Llega la luz con nuevos cambios florece el jardín en pleno invierno ellos se encuentran bajo la luna Al fin la pueden ver lo que pasa. Con el corazón pleno de fortaleza se miran, se reconocen, se alientan dejas en ese instante toda pena Y llegan ellos a renacer con alegría. A-M-R