La noche mas larga de medianoche

Cuando salgo a caminar me siento fuerte, viva, me gusta el olor a la hierba, la sonrisa de la luna y saber que la noche me mira con sus ojos noctámbulos. Me gusta ser acariciada por la brisa y sentir vibrar mi corazón con el eco de otro que me habla a lo lejos de amor. Con algún secreto que el tiempo escondió en su cajón del olvido, me gusta recordar tu cuerpo pintando claveles en el mar. Aprendí a defenderme del dolor, y hoy me hablas de amor no sé cómo tratar este breve momento del pensamiento, huelo tu perfume junto a tus promesas, sueño con el porvenir, será una nueva esperanza que viene así a mí, no quiero mirar hacia atrás. El sol me abrió un camino con sus rayos, y me aferro a esa hermosa luz donde la nitidez es trasformadora, aspiro el aire y me lleno de energía positiva. Desahogándome de mis ayeres me pregunto, ¿y si fuera amor?

Quiero tu quiero, despojado de suspiros desnudos, quiero el lucero de tus ojos que aclaren mi noche. Sueño con tus besos, con tu risa cristalina, que me acaricia con tu soplo, y tu risa de hechicero. Esta despoblado mi horizonte si al mirar el poniente no te veo, y tu imagen vaga entre dudas y solares.  Quiero ser tu sirena embravecida, en el silencio de tu noche de descanso, déjame triunfar en la alborada, y mi cuento será eterno como el viento.

En el centro del mundo ronda la riqueza, la piel se hace imagen, el muro quebrado llora su fin. Las olas azules lo asedian, hay murmullos que mecen las lágrimas. La cascada, el cuadro y una flor Se cuajan en una sola imagen. Los amantes se suicidad por docenas. El pan tiene sabor a lágrimas. Los fantasmas se pierden en la cocina, donde solo hay galleta dura y verde. El delirio es constante, las gallinas corren, el lobo malo las persigue hambriento, rostro de mi mar, mi sal, mi arena perlada. Despego mis párpados del sueño, miro una ventana abierta al sol del mediodía, corre la brisa perezosa tú y yo solos disfrutamos. El vino dulce, el queso del mercado rebosante. La lluvia sale a lucir sus caracolas, un cielo gris la acompaña con música de fondo. Tú, y yo, esperando despegar las facciones de la arena, que la roca aprisiona entre sus muslos. El cielo se aclaro en un instante. La muralla se arqueo desinteresada y busca sus piedras, como la lluvia busca sus pequeñas gotas acu...

Las imágenes se cruzan Dislocadas Y aparecen entre azules Brumas, La emoción que retumba Al corazón. Se instaló la armonía En esta mañana, Un ave canta en la copa De aquel limonero Junto a sus flores blancas Reza un jilguero, Sonidos de la noche Tormentosa en calma. El silencio se pasea Al borde del murmullo, Hay ojos resolviendo Los colores que decantan, Intenso el sol cae sobre el rocío, Conmueven las imágenes De tan bello cuadro. No hay reposo para las Bellas mariposas, Que revoloteando dejan su impronta Entre jazmines y rosas, Un ave esculpida Entre malvones se inquieta Su pico se alarga Hasta besar multicolores piedras, Dócil la mañana se eterniza Extasiada de belleza. No sé si ya lo subí, creo que no, de ser así pido disculpas. Gracias.

Con su manto de sombras oscuras la noche nos acompaña soñando y sus murmullos silenciosos en las claras lunas nos dibuja. Mientras florecen los amaneceres y peinan canas las luciérnagas, la nostálgica oscuridad se adormece y sobran las palabras, y los poetas dibujan sus poemas embrujados, embriagados en el espejismo claro. Deletreando entre miles de colores El paisaje es tan infinitamente bello  Va deslizando melodías desconocidas, van bailando los versos asomados a la deriva de su barco de papel. solo vuelan, se evaporan, se diluyen en el oasis de sus letras  que cantan, revotando entre los ángeles sus notas. La belleza se expande y crece el sol, el sueño se presenta es amigo de la noche, son íntimos amantes del pasado, del hoy, del presente y su admirable espacio. En su prolongado devenir de tantas eternidades mezclando sus colores vive el rey futuro, que cierra sus ojos oscuros para dormir.

Tú lo pides yo me enredo en la túnica mientras ríes, y la brisa nos arrima vaporosa la semilla amorosa, mientras el sol se despierta tenebroso entre la ardiente arena salvaje. Tú lo pides yo lo ansío cuando el mar participa con sus olas, acaricia mis ojotas me las lleva,  me desnuda lentamente. Tú te ríes yo despierto entre tus brazos, ya la marea nos aleja sin sentirlo, estamos lejos en un país  donde nada en más hermoso, donde sólo somos dos que nos amamos, entre olas, sol y brisa

Si pudiera expresar cada latido de mi vida sería muy larga la historia. Sería como hilvanar el mundo de orilla a orilla. Como cruzar el mar dentro de su furia a nado llevando en el pecho necton y bentos… que harían imposible mi desplazamiento. Sería como un bosque virgen donde su ecosistema me atraparía para siempre. Donde su fauna y sus especies arbóreas, su tierra inculta descargarían sobre mí su furia. Una sola cosa se me ocurre, no saldrá de mi, ninguna expresión lineal.