Deseosa de misterios
recorro las esquinas
donde habita la hiedra
que guardó tu esencia.
Sé, que estás misterioso
buscando en mis pupilas
aquellas primaveras
que juntos recorrimos.
Yo te busco en las hojas
entre cerros, entre valles
en el barrio dormido
de sueños y distancias.
Yo presiento que un día
tus ojos de nostalgias
besarán nuestras huellas
como besas mis ansias.
Será quizás entonces
que te encuentre en la hiedra
que te bese en las noches
que tome hasta el alma.
Nuestro amor más secreto
nacerá, como nacen las algas
cuando el mar tempestuoso
no detiene sus aguas.
Alessandrini María del Rosario
