UN INSTANTE
En el andén quedaron mis pasos colgados del tren, mientras me alejaba llevando en mi túnica el perfume de tu piel, envolviendo la atmósfera de recuerdos y placer.
Nada quedaba atrás sólo el viento que corría en tu búsqueda, y la noche que negra en su cubierta sonreía como una mágica reina del tiempo.
El tiempo que escapaba de esos instantes inolvidables y perenne en mi alma.
La velocidad del tren junto al viento transmitían notas de fantasías que golpeaban suavemente sobre las personas que dormitaban, mientras la música evaporaba sensaciones en mi sueño.
Nada parecía ser más hermoso y placentero que esos momentos únicos que repiqueteaba en todo mi ser, como una campana de ensueños y vida.
Cuando el tren dejó de marchar desperté sabiéndome sola en medio de un mundo indiferente, sabiendo que ya no vería la luz de tus ojos, ni sentiría tu voz hablándome en versos.
Al descender una nueva historia se prendía como abrojo a mi piel trayéndome nuevamente a la realidad que por un instante deje de ver mientras leía tu carta de despedida.
Alessandrini María del Rosario
Alessandrini María del Rosario
En el andén de la vida dejamos tantas cosas...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese tren de tu historia es un magnífico símbolo de la vida, que nos lleva hacia delante subidos al tiempo. En sus estaciones nos recreamos en lo vivido, luchando con los sentimientos,las dudas y miedos...Pero, cada día empieza la vida y la marcha de ese "tren del tiempo".
ResponderEliminarMi felicitación por tu claridad y profundidad siempre bellas.
Mi abrazo y mi cariño, Rosario.
Tren que se va se lleva sueños, tren que regresa suele traer nuevas ilusiones.
ResponderEliminarUn abrazo Rosario.
Nosotras las mujeres siempre ne las nubes, aunque nos hagan añicos el corazón...
ResponderEliminarmenos mal que fue un sueño, la realidad es cruel a veces y bueno mejor a tiempo que lamentar más...
estés bien ,gusto de saludarte!
Dos pivotes líricos de tan hermoso texto lírico y epistolar: el tren y la carta. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarRelato intimista de gran emoción y nos deja la tristeza de lo irremediablemente perdido para siempre. -eso es lo que yo he entendido.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un abrazo.
Algunos trenes no deberían detenerse jamás.
ResponderEliminarAlgunas cartas deberían no ser escritas.
Ciertas personas mejor ni conocerlas.
Saludos,
J.
Hermoso texto, las vida se va en un instante, todo se lo lleva el tren,,,,un placer leerte...saludos
ResponderEliminarHay instantes que dejan huella, y en esta prosa tan bella queda patente.
ResponderEliminarMe ha encantado este relato romántico de tu preciosa inspiración.
Un abrazo y feliz fin de semana.
A veces pasa exactamente así... Mientras descendemos del cielo la realidad poco a poco toma su lugar
ResponderEliminarPaz
Isaac
Da mucha pena.... siempre asocio los trenes y las estaciones de tren a despedidas... a cambios en la vida...
ResponderEliminarBesos.
LA vida es ese tren
ResponderEliminarSiempre habrá uno que te lleve a la estación deseada,y si no,habrás dejado mucho amor en el vagón
Besucos
Gó
A seguir andando. Mucho va quedando atrás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las lágrimas rodando mejilla abajo, mientras el tren se pone en marcha, jalea cadencioso, cada vez más rápido, hasta perderse en la eternidad.
ResponderEliminarBuena semana.
O trem que leva sonhos, desejos e tantas vezes traz saudades. Um texto muito belo e cheio de melancolia.
ResponderEliminarUma boa semana.
Um beijo.
El tren es como la vida misma, vamos subidas en él y no sabemos en que estación podremos bajarnos, tú en tu relato bajas al anden de otras vivencias, dispuesta a subirte a un nuevo tren, donde el que has dejado se dirija a un anden sin retorno.
ResponderEliminarMaravilloso los sentimientos y la lírica de tu escrito.
Un abrazo con cariño
Bello poema, las despedidas siempre son tristes, pero nos queda el recuerdo de lo vivido. Un abrazo
ResponderEliminarla vida nos entrega pequeños momentos donde todo parece encajar, no duran mucho, enseguida nos toca despertar y volver a la realidad de las despedidas y las prisas.
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