UN LUGAR SEGURO
Un lugar seguro
para vivir,
sin apuros ni codicia.
Un lugar seguro
para soñar,
sin escaramuzas.
Un lugar seguro
para cantar,
sin abucheo.
En cada plaza,
existe un rey
que duerme descalzo,
sin esperanza
que se destiñe,
por la impunidad otros...
el poder del grande
en la imoralidad
de su codicia.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
para vivir,
sin apuros ni codicia.
Un lugar seguro
para soñar,
sin escaramuzas.
Un lugar seguro
para cantar,
sin abucheo.
En cada plaza,
existe un rey
que duerme descalzo,
sin esperanza
que se destiñe,
por la impunidad otros...
el poder del grande
en la imoralidad
de su codicia.
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Reflejas muy claramente en este poema, la codicia y el poder de muchos, y por otro lado, las desdichas y el sufrimientos de otros. Y así es este puñetero mundo, y por desgracia lo seguirá siendo: siempre se puede denunciar, pero no es suficiente, mientras el capitalismo lo siga permitiendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ojalá cada uno de nosotros encuentre ese lugar seguro que citas...!
ResponderEliminarUn abrazo.
Un lugar estupendo para vivir el de tus versos, donde el poder no llegue con sus manos codiciosas.
ResponderEliminarEncantada de volver a leer después de un tiempito de verano en los blogs.
Me encanta la imagen.
Un abrazo M. del Rosario.
Esto tuyo de hoy es como entregar unos poderosos versos encerrados en un puño. Abusos y tristezas se reparte hoy desde el poder. No se que o quien podrá con eso, pero son necesarios los poemas así.
ResponderEliminarSaludos.
Ese lugar seguro no es otro que nuestro propio corazón
ResponderEliminarLuz&Gracia
Isaac
Así es la historia de la humanidad, los poderosos robando y los pobres malviviendo...
ResponderEliminarBesos.
Bello Rosario. Un lugar seguro puede ser tantas cosas, que el corazón es la cosa más segura.
ResponderEliminarmariarosa
Me gustó la idea de un lugar así
ResponderEliminarEsto es una apelación directa hacia la buena convivencia, en donde mi libertad no cuarte la tuya y viceversa. En donde nos arranquemos las verguenzas, los prejuicios y las limitaciones absurdas. En donde yo pueda ser y tú puedas ser al mismo tiempo.
ResponderEliminarBello mensaje, bellísimo.
El mundo en manos de unos pocos
ResponderEliminar¿Que nos queda para la dignidad?
Bello alegato Maria del Rosario.