FINAL FELIZ
Profundamente triste Marisol contemplo sus ojos frente al
espejo, no quería creer lo que el espejo le devolvía. Un alud de palabras sin
sentido le cayó encima; hiriente, estúpido, egoísta. La soledad de ambos fue
descubierta, estando juntos no podían atravesar esa montaña de incertidumbre,
esa pena que albergaban los dos en diferentes direcciones, pero que se unían en
una sola línea de dolor.
Una lucha continua, perpetua, irracional que no podían
vencer, porque el fuego del atardecer ardía permanente sin tregua.
Marisol soñó desde niña con un amor puro, grande, que nada
pudiera dominarlo quería ese amor elegante, sincero, amistoso pero arrollador y
ardiente, logro conocerlo, logro disfrutarlo, tuvo la oportunidad de ser feliz
un tiempo, el mismo tiempo un día se lo mostró diferente; desde ese momento ardió
en su pecho el fuego de la ira, el fuego que todo lo consume dejando huellas
imposible de borrar, heridas incurables, tiempo perdido dolor y más dolor.
Hoy la sequía dejo sin luz las almas, dejo un desierto sin
sombras, un escuálido esqueleto de ayer vaga bajo el polvo de la frustración, y
el mundo sigue, la vida continua, ellos van y vienen en esas locas caminatas de
espinas, tratando de no hundirse entre sus garras, buscando caminos
alternativos, huyendo de los recuerdos huyendo de si mimos.
Parece una ardua aventura alocada que los deja al margen de
su propia historia, quizás un día esa puerta se abra, esas almas se comulguen y
los sueños que albergaron sus corazones puedan cerrar la historia con un final
feliz…
Alessandrini María del rosario
Bonito relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Um lindo conto! Vale a pena ler. Parabéns! Tenha um domingo feliz e de paz. Abraços
ResponderEliminarYo quiero creer en los finales felices. Un beso.
ResponderEliminarUn bonito relato donde el amor al principio es el soñado por la protagonista, pero algo cambió, se torció la relación y quizás los sentimientos...
ResponderEliminarMe gusta como lo has relatado María del Rosario.
Un abrazo.
Es complicado aunque nunca se debe perder la esperanza. A veces, con el paso del tiempo se entiende que esos grandes amores existen en las novelas pero que se alejan mucho de la vida real de la gente. El amor pasa a ser de pasión a rutina y eso es muy difícil cambiarlo. Has planteado un problema universal de pareja que tiene que darse es todas las culturas. Muy interesante tema.
ResponderEliminarUn abrazo. Franziska
Los amores espectaculares, maravillosos, no siempre duran para siempre.
ResponderEliminarAbrazo.
Me gustó la fuerza del relato, vertiginoso y claro. Y con un final esperanzado con el que muchos seguramente nos sentimos en sintonía.
ResponderEliminarSaludos.
Vivir en el sentir es donde cada ser es auténtico en lo que la vida le trae para darse cuenta de lo que es capaz de alcanzar y sostener como ser humano.
ResponderEliminarToda vivencia deja una huella.
Estes muy bien.
La vida nos ofrece diferentes ciclos, pasamos de la alegría a la tristeza, nunca todo es igual. Tu relato nos deja una sonrisa escondida y un canto de esperanza.
ResponderEliminarmariarosa
Amiga querida, me place saludarte y venir a leerte,..si, es el amor una cosa difícil, es una cosa de jalar y aflojar, y no dejar de luchar en ese tira y afloja, ceder y resistir,..y que te digo, a veces todo ese amor incontenible no es suficiente,..pero una siempre guarda en lo mas recóndito del corazón una esperanza de encontrar un final feliz, de esta historia de la vida que es tan maravillosa...
ResponderEliminarLe suela pasar a mucha gente, yo creo que no hay que tomarse el amor tan apecho, porque cuando la relación por los motivos que sea, decae, se sufre mucho más.
ResponderEliminarBesos.