Ella está cansada
de comer duraznos indigestos,
cansada de hacer fiestas locas
muy cansada…
De escuchar ruidos sin música,
de soñar con violines.
Quizás podría recuperar
Aún… La cordura desquiciada del ser
que sale directo al mundo.
Pero no puede hacerlo,
no puede, no, ni sabe.
Son tantas amargas letanías;
en su sofá de nubes se ve…
Demasiada vacía
de besos y compañía.
Tan cansada va,
que se tira de su cama
en busca de la loza oscura.
Ya no quiere más de nada…
Solo descansar de su agonía,
a la orilla de su desventura,
de su crueldad para con ella.
Grita y se descompone
sobre el muro helado
para calmar su locura.
Quiere salir de la tempestad,
de la noche eterna que la hiere,
grita... basta, basta…
No sabe escuchar su corazón
que muere solo.
Alessandrini María Del Rosario
Cuanta tristeza...así debe ser ese grito del desolado...
ResponderEliminarno hay más cruel que un corazón abandonado?
pero de quién...de otro? o de si mismo?
a veces nos agotamos inútilmente buscando
lo que realmente brilla en nuestro interior...
un clamor que es tan humano , por ello es vivido...
besos para ti.
¿Cuántos duraznos verdes nos dará la vida? Los días amargos son los que no se olvidan, la felicidad es siempre breve, tan breve que, a veces pensamos que jamás ha pasado por nuestro lado. Está muy bien dibujada la desesperación, si ha sido un modo muy acertado de expresarla.
ResponderEliminarY ahora, saliendo de la angustia, reparemos que la vida también nos ofrece, de vez en cuando, algunas hermosas ocasiones. Que lo malo es como una tramontana que siempre termina por pasar... Esto no es una contradición sino la expresión de mis deseos hacia tí, que te de la vida siempre l omejor que tenga, que seas especialmente feliz en el año que se avecina, que sea el mejor de tu vida, ya sé que esto es un sueño pero, por qué no, soñemos.
Un abrazo. Franziska
Duele el poema.
ResponderEliminarMucho.
Uno no sabe cuando empieza a complicarse la vida y cuando se da cuenta ya está casi fuera del mundo.
Besos.
Quanta tristeza nesse grito de dor pelo abandono
ResponderEliminarO coração ferido derrama lágrimas na noite escura
Mas essa ferida há de cicatrizar e outro amor virá para deixar que a doçura acalme esse coração tão sofrido
Um poema sublime Maria del Rosario
Amei ler os teus versos, querida
Beijos e um feliz domingo
Rosario, este poema me sugiere muchas cosas...Pero sobre todo una lucha entre la mente y el corazón...La mente nos prueba siempre, se ríe de nosotros y nos critica, ve lo negativo y desconfía de todo...Mientras el corazón en silencio sufre...Quizá debemos acallar la mente y dejar que el corazón sueñe, sonría y agradezca todo lo bueno que nos trae la vida...A partir de ahí seremos más felices.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
las rutinas son el peor crimen que podemos soportar..
ResponderEliminarbesos
Me dan desasosiego tus palabras. Hay tanta gente en este mundo que está tan perdida, que me da pena...
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias por visitar mi blog y dejarme tus huellas, un placer recibirte.
ResponderEliminarMe han encantado tus blogs, y estos versos tuyos tan sentidos y nostálgicos y la imagen.
Un beso.
Creo que los corazones siempre mueren en soledad, no hay forma de escapar de eso. Esa soledad que a veces te atrapa, ese mundo que no entiendes... quizás no se deba pelear contra ello, quizás es mejor aceptarlo e intentar modelarlo para convertirlo en otra cosa un poco, sólo un poquito, mejor.
ResponderEliminarQué hermoso y ejemplificante cierre: no sabe mirar al corazón. Cuánta falta hace el amor verdadero, para que la vida no se nos haga fútil. Un abrazo. Carlos.
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