EL BULEVAR
EL BULEVAR La seda atraviesa la humedad tocando el alba, el termómetro inmoral funciona porfiado, silba, a la mujer la estremece el sonido. El bulevar en silencio gime su ráfaga de olvido, ella espera el agua, el polvo entre sus pliegues quema, le desgarra el alma, la seda se pega a su esqueleto de cristal líquido, no quiere lágrimas de piedra, espera al hombre. La alondra solitaria sacude su plumaje, ella, espera agua de la mano del tiempo a su cuerpo, su sonrisa una mueca de sal, las tinieblas del bulevar ahogan su grito, golpeada por la sed muere, sin ver como el polvo avanza llevándose su piel, su lenguaje, su arte. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO