LA FLOR DE LA TERNURA BLANCA Y PURA
Un hombre de sobretodo negro entro al jardín familiar, corto una rosa blanca y mirando sin ver se fue alejando calle abajo. En su solapa la pequeña rosa sufría un desvanecimiento, estaba sofocada, la tela oscura le nublaba los pétalos, y sentía en su centro de almíbar un profundo dolor. Acostumbrada a la succión de las abejas, esto se sentía terriblemente horroroso. El hombre sin saber lo que la flor sentía, seguía su andar lento y torpe, de pronto un silbido le rozó la nariz a rosita, y varios de sus hijos cayeron al piso, sentía como que la llevaban en una carretilla, el ruido de los pasos se le hacía insoportables, varias veces estuvo a punto de caer del ojal, le hubiera gustado- porque de esa manera aunque sus pétalos se marchitaran un poco con el golpe, ella huiría de allí buscando refugio en algún jardín cercano. Pero no pudo ser, sus pétalos fueron deshojándola, sentía que moriría en plena oscuridad, ella tan blanca y pura llevada así por la tragedia. Cuando solo le qu