La noche mas larga de medianoche

Te encontré impetuoso, ardiente tu boca de fuego desbordando amor. Te anhele como un almendro acariciado por el viento azul, como un sol naciente entre cristales de fuego de risa bravía. Me sedujo tu voz, tu aliento, tu pecho, tus manos, tus ojos. Te sentí vibrar junto a mi piel como una hoja ceca, roja y cruel. Me despedí sin sentirte llorar, sé que tus lagrimas derramadas se disolvieron sobre el polvo de tus huesos junto a las piedras.

Tras la tormenta purificado el aire entre miles de exóticas flores cuajadas de roció, una esperanza, que seduce de sueño al ruiseñor. Susurran los arboles al florecer, hojas que reflejan el amanecer, como esas aves fugaces que anidan sus vastas ramas con su pío, pío. Brillante el sol aroma los bosques, con sus reflejos que destilan pétalos de cielo, de nubes, de azul celeste, de blancos jazmines, de oro y plata. Naturaleza y cosmos se bañan en su luz, impaciente se detiene el hombre a ver la brisa que armoniosa se pasea feliz, entre ríos, mares, es la vida que palpita, con sus ojos dorados, titilando allá en lo alto.

Mi deseo es amarte, quedarme en tu recuerdo, que sepas que existí, arroparme con tus ojos y tu piel, apriétame, enlázame, en tus amorosos brazos, apasióname de amor, que la noche sea inolvidable, perpetua, toda nuestra intimidad de fuego, amémonos como jamás nadie nos amo, vivamos juntos ésta experiencia de amor.

La tinta se desvanece en el papel y se funden con la pluma. El aroma de las rosas que se pinta traslucida es una escena más de la vida que camina entre renglones, avenidas impregnadas de su sabia incontenible. que domina la escritura con su hilos tejidos de palabra amorosas, de poesía dormida entre juncos y glaciares. No hay reposo ni paradas, enjambres de letras se desplazan, vuelan como cometas, surcan los cielos y mares. . El viento con su brisa les regala la voz del tiempo amplificada, y se pierden entre suspiros como aves, como latidos. en el crepúsculo de la vida.

Tu voz, tu canto me consuela ave, tu alegría, que vuela sobre mi figura, sos un halcón soñador, tierno, aguerrido. Como la nube que te lleva a la montaña quiero volar así, entre tus alas y tu canto junto a tus plumas, con tus polluelos ocultos. Mecerme entre la bruma, en las alturas, vivir sin más tierra que las piedras grises, que el viento recorriendo libre la llanura. Entre la lluvia que moja los rincones de piedra, los pichones que piden su comida piando, con el sol más cerca y más tibio como abrigo. Quiero ser halcón sin dejar de sentir y soñar, quiero mi senda formada con olivos nutridos, de cielos, mares, quiero ser halcón sin dueño, dejando en los prados, un instante humano.

Entre la nada habita la esperanza, entre vaivenes de aguas claras, florecen primaveras ondulantes, sobre una lágrima eterna dilatada. Es que la sangre fluye acompasada, entre el eco de tu alma adormecida. Y las noches perpetúas giran cálidas, sabiendo a carmín y besos vírgenes, rodeándolas con ráfagas de ensueño, reconociendo ese ayer bajo ese cielo. Nunca rendirse, solo brillar como cristales, lo que fue se disolvió y espera enmudecido, ambos son dos para el recuerdo intenso, Solo queda la figura fugas para el ocaso,

Créeme no existe nadie mas Quédate ya no hay tiempo La vida se va en un instante. La luz del día Se refleja en un lago Son como estrellas En su espera La luna la acompaña A cada paso Voces sonoras Entre los surcos verdes Solloza amor Llega el tiempo Todo se pierde, yace En el negro olvido. Muchas mañanas Muchas noches sin amor Tardes mentidas.

Cuando sin mirar y ocioso dejó el hogar, nadie pensó qué propósitos lo alejaron tan apresurado por los pasillos de la vida, no se veía lógico su comportamiento, sus excusas sonaron huecas, vacías, se notaba un cambio rotundo, un giro temerario, él fue siempre todo dulzura, un ser muy especial, lleno de vida y humor. Tan pronto desapareció del pueblo, todo perdió encanto y colorido, el brillo del poblado se fue tras de su partida como si fuera su aura, lejanos y perdidos quedaron los paisanos, su mujer que ardió de fiebre por largos días, desapareció como él. La desgracia emprendió un vuelo artístico sobre los amigos, fue un desafío, una catarata que duró varios días, destruyó las almas de quienes lo amaban, fue desbastador. Los jóvenes perdieron sus colores... rostros grises, saqueados, sin fuerzas, cosas muy extrañas pasaron. El pánico entró por la puerta grande y llenó de miedo el lugar, nada respondía a sus mandos, el pueblo dejó de ser habitable, la noche quedó eclipsada como una