INVÁDEME
Suéñame, en tus noches de vigilia envuelta en tu túnica, dispersa desatando el lazo de tus sueños en constante devenir de tu alma. Rescátame del olvido impenetrable, de tus manos escondidas para mí, de tu boca que no besa ni susurra, de tu amor que se perdió aturdido. Mírame correr, entre tu piel abrazada a tu cintura fuerte como el trueno, escondida en el pliegue de tus hoyuelos, refrescando tu sonrisa de marfil, de roció. Invádeme, descubriendo mi alma que te habla, descansa entre mi brazo rodeado de pasión, que no cesa, ni muere, perdura detenida en tu sangre.