Dejar hacer lo que se habla no distorsionar la lengua, sin perfumar los senderos. Mientras se pueda verter óleo sobre los nombres ya pintados existirá la pluma del poeta. Creer sin ver confiando, se puede, lo más difícil es perdonar. Si la fe existe, la confianza no se muda ni decae, se enreda en tus pupilas, se nutre en tu corazón, y engarzada a tu alma, te da vida. Te entrega emociones es su misión mas honesta, es regresar a la felicidad confiando en el presente. Caminar senderos de oro fresco, como una flor de pétalos ardientes olor de agua en el aire fresco sonrisas en las caras muertas... MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.