Te veré en la eternidad
Un atardecer de sol con rosas de estrellas en el jardín te vi, tú estabas conversando con ellas como si fueran tus hermanas. Te mire... me sonreíste al verme pasar, fue como un capullo jugueteando con la brisa- esos dientes perlados brillaban como tus bellos ojos color café.
Solo con mis pensamientos y mi historia recordaba hablándote así, ¡Sabes abuela! Que soy tu fan. De pequeño me acunaste hablándome de príncipes y reinas, de castillos y hadas, tus cuentos fueron los más hermosos que escuche en mi vida, aún los recuerdo con mucha emoción.
Hoy te veo tan frágil- tus manitas pequeñas trabajan la tierra con esmero y amor, así fuiste siempre. Tan dulce, tan llena de vida floreciendo junto a tus jardines, no podría dejar de verte de otra manera, sos mi abuela preferida. Seguí mi camino tenía que ir a la facultad a dar una clase de literatura al llegar a la esquina, mi corazón palpitó más fuerte- se lleno de angustia y presentimiento.
Rápidamente comencé a correr de regreso - llegué al jardín, la abuela me estabas esperando recostada sobre la gramilla, sus manos mecían una planta perfumada, supongo que no podía dejarla caer en el lugar que había determinado para ella.
Sus ojos me decían que la tomara, así lo hice la deje en el hueco que hizo para ese fin. Le tomé las manos, no podía hablar pero sus ojos me decían tantas cosas hermosas. Abuela, te fuiste susurrándome un cuento de hadas... te fuiste contándome una canción de cuna... de tus ojos tome la caricia que tus manos no podían darme.
Te fuiste así en un segundo, llena de triunfo, de paz y amor. Te tendré en mi corazón eternamente, serás mis ojos aquí, y del más allá escucharé tu voz melodiosa contándome un cuento o leyéndome un libro de aventuras.
Gracias abuelita querida, te veré en la eternidad...
Tiene sus años, hoy necesitaba subirla, gracias.
A-M-R