Nunca te arrepientas
de todo lo que haces.
Deja correr la suerte
que se eleve
su flor, su mensaje.
Nunca digas no a la vida,
despabilate,
crece y confronta los sueños.
No dejes para mañana
aquello que hoy te satisfaga,
quizá ese otro día no llegue.
No te olvides de tus afectos
es lo único verdadero,
después de la propia existencia.
Recuerda las buenas horas,
recuerdas las buenas personas,
destruye el egoísmo, se tu mismo.
Ahora el tiempo apremia
ya no hay lugar para la invocación,
solo hay un tiempo de luz.
Trata de verla junto a tu corazón,
trata de retenerla eternamente,
siempre con fe, esperanza y amor...




