ABRIL

Bruma creciente,
como la espuma de mar
Abril comienza
a derrotar arenas
entre olas iracundas
y cielos enamorados.

Abril delicado y único
tus días tatuados
de esperanzas plenas
emocionan con tu paso.

Como langostas
fecundas en la maleza,
creas ideas, sentimientos
y voces en la soledad,
inventas poemas
en tu gris bruma,
resaltando cuadros del ayer.

Y los sentidos se agitan
en esa nube subida
detrás de esa pintura,
sé, que te quedaras
un tiempo efímero,
precioso Abril, mi corazón
intuye un movimiento
de ondas bienhechoras.

Alessandrini María del Rosario Alessandrini

EN EL SILENCIO DE LA MAÑANA

Me fui perdiendo entre el azul eterno, bebiendo el fragor de las olas coloridas de vida.
En el silencio de la mañana un espejismo me sorprendió en medio de la duna, yo vi tu rostro, y tu mirada transformo mi pena. El sol salió, ilumino mi cielo dejando en sombras mi tristeza; y sucedió que un resplandor de fuego como un faro encendido, acampo en mis playas de arenas cristalinas.
Reconocí tu voz, tu cuerpo, tu piel y tu mirada, aunque más pálido salías de la nada, quise llorar al verte así, zurciendo sueños.
No fue posible, una estrella lejana me tendió su mano de corales, me dejo una flor del fondo de su mar helado. Tan azul, tan brillante que cegaba mis ojos al mirarlo. Así y todo, me dejaba flotando en las dunas un caracol rosado.
La ballena me hablo de su nostalgia, de aquel tiempo que el hombre respetaba, cuando no mataban por matar a sus hermanos.
La victoria del hombre tiene un fin sin historia. No ha de escribirse jamás esa tragedia.

Alessandrini María del Rosario

AMANECER

La mañana tibia
se estaciono
en las telarañas
del jardín,
mientras el jilguero
cantando esparcía
semillas
de su pico azul.
Amanecer de mate
con sabor a limón
a tostadas frescas
manteca y miel.
Amanecer mirando
el cielo caer en lágrimas
mientras florecían
las castañas orneadas,
recorrer el malvón
brillante de vida,
mientras otoño…
Va creciendo en la arboleda
dejando su color
y siluetas desnudas,
mirar el cielo plateado
mirar sin pensamientos,
dejarse estar…
dejarse recorrer lugares
existentes
en otros inexistentes días.
realizar una oración,
mientras va y viene el mate
escapando de otras mano...

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Principio del formulario

VOLVEREMOS A SER AMOR

La vida te llama a vivir

te obliga a sentir,

a ser parte de su composición,

no puedes negarte

no debes hacerlo jamás,

es todo lo que nace en ti

como un amanecer feliz

es pasión, alegría, frustración

pero todo es vida.

Desde niño aprendemos a amar

a nuestros padres y hermanos

amamos todo lo que se mueve,

todo lo que camina junto a nosotros.

Amamos la naturaleza sin saber

mucho de ella hasta que podemos

apreciarla tal cual es, bella pura, única

siempre nos sorprende su delicadeza.

Nunca dejes de ser feliz cuando te toca,

ya que es menor que todo lo demás

pero más grato, más hermosa, más amor.

Con el tiempo nos llega la sensación

de haber vivido poco, y muy rápido

pero es solo que no contamos bien,

solo nos dirigimos a un estado de tiempo,

que nos ubica en un estado presente.

Un presente corto pero ardiente

donde se quema o se ahogan los días

como una fruta madura pereceremos

algún día,  para volver a ser amor...

Alessandrini María del Rosario

 

IMAGINACIÓN CRECIENTE

Sabes usar tu imaginación en cualquier circunstancia, estar adherido a tus sueños te lo provoca. Sé que deseas ver mi camino y sentir mi vida, y ojear mis sentires, disfrutar mis desaciertos. Esta encrucijada es portada por la mano traviesa del escribiente que no ceja de hacer de mi vida y consentirlo, mofándose y mortificando.
La situación es insostenible, o tú le cortas la mano o yo desalojo su tinta cerebral para frenarlo, no deseo ser poseída por millones de ojos que critican, ni manos que deshojen mi intimidad, ni voces comentando mis sentimientos, óyeme… Pedazo de serpiente endemoniada, si ya lo dije. Tú no me agradas, no quiero saber nada contigo, ni leer tus poemas, ni ser tu amiga, tampoco que me cuentes tus intimidades, deja de escribir, que mi paciencia tiene límite, y soy de pocas pulgas, y bastante arrebatada. Puedo hundirte en la depresión más angustiaste que jamás puedas imaginar, si quieres tener una historia forjada, pero no a costa mía no soy esa persona que creías, y puedo ser más dura que tú si deseo terminar con tus ideas.

Termino de desayunar, al abrir el diario de la mañana distingo su rostro en primera plana, a pesar del tiempo transcurrido está igual, casi más joven diría. Lentamente ya con las gafas puestas comienzo a leer casi un cuento conocido, mi vida está representada en la portada de su libro, lo poco que alcanzo a leer antes que mis ojos se llenen de lágrimas, es una historia semejante pero distorsionada. Dices que vas a dar un reportaje en la radio del diario, la ira no me deja seguir leyendo, cruzó la sala levantó las llaves del coche y salgo raudamente en tu búsqueda.
Entro y corro por los pasillos violentamente tirando todo a mi paso hasta llegar a ti, me sorprende no reconocerte, si termino de ver tu fotografía en el diario, pero igual te encrespo.
Tú me mirar sin reconocerme, es más, dices que ni tu eres quien eres, ni yo soy quien digo ser. De pronto se cae la venda de mis ojos, y regreso a mi mundo, mi casa, mi hombre.
Lejos, en la noche soñadora y el silencio azul, alguien danza mientras despierta y segura me aprieto más a su cuerpo amado.

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

TODAS

Cuando el tiempo dejo espinas en la senda femenina
las flores explotaban en las esquinas,
cuando sus pétalos volaban murmuraban cánticos suaves
las viejas espinas secas se extinguieron.

Un nuevo amanecer traía tiernas caricias en movimiento
salpicando alegrías sin sufrimiento,
el camino se poblaba de muchos momentos buenos
que sembraban atardeceres en armonía.

Siempre los sueños evocaban horas de dicha pasadas
la noche negra con su boca de fuego,
y sus ojos de cielo, formaban abanicos de ilusiones
que al poseer la vida nombraban suavemente
a todas las mujeres que dieron su vida,
sus emociones y su entereza para amar sin medida.

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Cafe Anatolia '' Tango to Evora ''