Sin saber de ti amor inolvidable te veo
Llegaste de repente a mi mente y piel...
Sentí tus besos deseosos, y ardientes
Y mi cuerpo tembló al recordarte dulce.
Se anudo mi corazón a presentírte cerca
Floreció una ola fugas, de pasión y anhelo
Nos enredamos en mutuos pensamientos,
Al dormirse la noche te sentí a mi lado.
Al amanecer el sol descanso en mi ventana
Y vi tus huellas marcadas allí, sí, tus manos
La ternura se desplazó por mi almohada,
Hasta encontrar tus ojos de fuego en mi.
Recorrí lentamente mi alcoba, sus contornos
No pude hallarte, no pude retener tu perfume
Se me olvido el hambre insaciable de la mente
Y fui bruma desterrada del silencio y de tu piel.
Alessandrini María del Rosario






