Nada importa más
nada es imposible,
mi garganta clama
la niebla se esconde.
Susúrrame tu miel
tatuándome el alma
ciñéndome el corazón
con un lazo infranqueable
que despierta mi íntima lágrima.
Mis deseos, mis anhelos
explotando mí pétalo
rastreando mis huellas
mi razón y locura.
La fragancia de mi jardín
que tus dedos pintan
en un vaivén dislocado
bajo la profundidad
de mis poros delicados
de mis sentir anulado.
Sé que latir es mi destino
mi inspiración, mi locura
mi creación es tu pasión,
ahora unidos venceremos
los miedos de los días
de las noches oscuras,
en la claridad del amor.






