Entre los arbustos
el tigre esperaba,
yo que transitaba
la huella más ancha
No vi su acechanza,
no vi su mirada.
El cruel me esperaba
para verter sangre,
aquella que dulce
percibió su olfato.
Y se fue aprestando
para estar más quieto,
poder darme caza
sin que me le escurra.
Lo sabe por maña,
lo sabe su instinto,
lo lleva muy dentro.
Cuando miró mis ojos
yo mire los suyos,
sentí muy adentro
que era difunta,
y muy lentamente
fui dejando el cuerpo
vagar ciego y sordo,
lento, sobre el tiempo.
Aquel que no tuve
el que no me diera,
y sentí de golpe
que ya era suya.
Me quede sin aire,
me quede sin sangre,
me quede muy pronto
sin mi propia vida.
el tigre esperaba,
yo que transitaba
la huella más ancha
No vi su acechanza,
no vi su mirada.
El cruel me esperaba
para verter sangre,
aquella que dulce
percibió su olfato.
Y se fue aprestando
para estar más quieto,
poder darme caza
sin que me le escurra.
Lo sabe por maña,
lo sabe su instinto,
lo lleva muy dentro.
Cuando miró mis ojos
yo mire los suyos,
sentí muy adentro
que era difunta,
y muy lentamente
fui dejando el cuerpo
vagar ciego y sordo,
lento, sobre el tiempo.
Aquel que no tuve
el que no me diera,
y sentí de golpe
que ya era suya.
Me quede sin aire,
me quede sin sangre,
me quede muy pronto
sin mi propia vida.






