SOBREVUELAN ALMAS
Plegado tu corazón a mis deseos
te desordenó tus sueños,
ataco con mis fusiles de nubes rojas
mientras la razón enloquece.
Ambos luchamos sin vencernos
con esas armas de piel, de celos.
Con besos que se enredan en los ojos
que se transfieren a los labios,
los dos estamos abrazados bajo un cielo combativo
que nos secunda sin respetar la sombra,
que en soledad se arrastra en su propio movimiento.
Y así la lucha no frena nuestros deseos
entre las llamas nos consumimos.
El mar, la tierra y el espacio no nos amparan
estamos solos en esta lucha, agazapados
sin ver, ni sentir, ni escuchar reproches,
estamos fundidos en un horno de pasión.
Estamos más que bien, somos dos llamas
que unidas en la lucha se pierden en la eternidad.
Como dos cometas que jamás se separaran…
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Wawww Rosario, cuanto fuego en tu poema. Te deseo un feliz domingo.
ResponderEliminarmariarosa
Una poesia bellissima, versi che aspirano al sublime.
ResponderEliminarEs como un vuelo a través de los sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dos almas que arden a la pasión del deseo. Me gustó mucho ese final que le has dado... Como dos cometas que jamás se pararán. Abrazos.
ResponderEliminarQue esa llama no se apague nunca. Besos.
ResponderEliminarCuánto dice el cierre de ese amor: "dos cometas que jamás se separan". Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarA veces la lucha sólo sirve para hacer que la unión sea más fuerte, pero esa lucha puede ser enfermiza, agotarte y dejarte sin fuerzas ni ganas de tener algo más...
ResponderEliminarQuien vive así le.alcance mundo para sembrar lo valioso de su corazón...
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