Cuantas horas y minutos pasan sin que pueda llegar a tu corazón, cuanta angustia y encono se factura, tanta nostalgia y olvido para qué. Donde se fue el candor de tu voz, tu andar de travieso mozo elegante, tu guante de cuero, tu lazo de piel, es que ya tus versos poéticos fugaron. No escribes mis canciones de amor, el papel se transformó es piedra, el oleaje de tu sentir es hierro candente, tu sueño se transformó en nube oscura. Donde estas que no te veo, ni te siento, el amanecer llega lentamente a mi sien, la noche dejo su huella en ella sin piedad, la luna roja se descubrió negándote. Yo aún te espero en mi cielo esmeralda, juntando jazmines para nuestra noche de pasión, soñando con el jardín donde nació el amor Este que me consume, me deleita aún sin ti. A-M-R
detrás de cada tormenta, siempre hay un amanecer de sol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que el sol ilumine a tu protagonista y le de fuerzas.
ResponderEliminarAbrazo.
¡Menos mal que ha sido devuelta a la vida!
ResponderEliminarBien.
Salu2.
que bonito escribes
ResponderEliminar...El sol iluminó mis días
ResponderEliminarse insertó en mis tejidos,
devolviéndome a la vida...
Bellos y esperanzadores versos!
Abrazos..
Hola Rosario, un nuevo amanecer llegará con el vendrá el radiante sol. Para que ese frío que sentimos en el alma se acabe, cuando lo reemplazamos por la grandeza del amor. Ese amor siempre está ahí, esperándonos, como el sol siempre brilla detrás de las nubes grises, confiando en que sabremos ver las nubes con compasión y paciencia, pues están ahí para enseñarnos un paisaje diferente, para después volver a iluminar nuestro camino.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo.
Siempre está el sol, aunque a veces las nubes o tormentas no nos dejen verlo, por eso debemos mantener siempre la esperanza viva, hasta que la tormenta termine, un abrazo
ResponderEliminarme gusta mucho como escribes
ResponderEliminarUnos versos y una imagen, llenas de dignidad.
ResponderEliminarsOlares,
sOmos.
Versos llenos de luz y esperanza, Beso
ResponderEliminarRenacer, todos renacemos en cada segundo que respiramos y expiramos...
ResponderEliminar