Cuantas horas y minutos pasan sin que pueda llegar a tu corazón, cuanta angustia y encono se factura, tanta nostalgia y olvido para qué. Donde se fue el candor de tu voz, tu andar de travieso mozo elegante, tu guante de cuero, tu lazo de piel, es que ya tus versos poéticos fugaron. No escribes mis canciones de amor, el papel se transformó es piedra, el oleaje de tu sentir es hierro candente, tu sueño se transformó en nube oscura. Donde estas que no te veo, ni te siento, el amanecer llega lentamente a mi sien, la noche dejo su huella en ella sin piedad, la luna roja se descubrió negándote. Yo aún te espero en mi cielo esmeralda, juntando jazmines para nuestra noche de pasión, soñando con el jardín donde nació el amor Este que me consume, me deleita aún sin ti. A-M-R
Duros versos con un grito encerrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando el amor sólo es un juego...El corazón se siente como una pelota rota...Un poema sencillo, profundo y emotivo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, Rosario.
Pese al dolor decepcionante que se transmite, es un texto que considero intenso y rítmico, uno de los que más me han gustado hasta ahora de los tuyos; quizás porque es breve, pero directo y con un compás muy armónico.
ResponderEliminarUm jogos sem vencedores que traz dor para a alma e grande frustração
ResponderEliminarBeijinhos e sorrisos, Querida
Irse solo y sin alma es muy duro pero...así son algunos, se lo merecen y lo peor es que se lamentan como si tuvieran razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dejaste tristeza en tu poema, catarsis de algún momento especial.
ResponderEliminarmariarosa