LOS FANTASMAS
Los fantasmas concentrados
en la puerta abierta
se dirigen a su interior,
sembrando dudas del ayer.
Esos intrépidos recuerdos
comienzan a escalar
las cumbres del pasado,
flotando entre espinas y flores.
Los fantasmas inquietos fluyen
la niebla los aparca,
en la sala de la memoria,
allí conviven con rostros diferentes
y se atormentan, se lamentan,
se quieren quedar a demoler el tiempo.
Esos fantasmas viven perturbados,
tratando de no morir,
buscando un nuevo puesto
en el horizonte que los abandono...
se dirigen a su interior,
sembrando dudas del ayer.
Esos intrépidos recuerdos
comienzan a escalar
las cumbres del pasado,
flotando entre espinas y flores.
Los fantasmas inquietos fluyen
la niebla los aparca,
en la sala de la memoria,
allí conviven con rostros diferentes
y se atormentan, se lamentan,
se quieren quedar a demoler el tiempo.
Esos fantasmas viven perturbados,
tratando de no morir,
buscando un nuevo puesto
en el horizonte que los abandono...
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Más vale que los fantasmas no entren por la puerta de los pensamientos, aunque de vez en cuando es inevitable y alguno ronda para traer el pasado.
ResponderEliminarUna inspiración bella y singular.
Un abrazo.
Todos tenemos algún fantasma...
ResponderEliminarUn abrazo.
Uhh los recuerdos del pasado que abruman... muy buenas letras . Besos
ResponderEliminarHay seres que por tantas razones jamás descansan.
ResponderEliminarabrazo.
El pasado nos avienta aquellos recuerdos que trajeron angustia y dolor. SE quedaron como espantos y vuelven con el pavor que dejaron en alma y cuerpo. Un abrazo. Carlos
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