PECERA DE CRISTAL
sin mi piel… que adornaba mi cama. En mi alfombra un pez amordazando mi carne me cedió el paso caminando. No sé por qué razón, en mi ventana estaba el picaflor con mis rizos enredados en su pico. Retuve su color entre mis dedos amarillos, el cigarrillo fundió mi pecera de cristal. Solo vi caer un gato descolgado del viento, solo vi una nube, azul, diferente. Me recosté entre sabanas verdes, con los sueños rotos, y la hiedra trepando en mi almohada. Ojerosa voy pintado el cielo raso, el vuelo del picaflor devolvió mi piel desprendida en mi cama, asomo sus ojitos de coral, y su mundo se acerco al mío, en un bar quito perdido. |
Bello canto a la naturaleza, amiga.
ResponderEliminarEl colibrì es un pajarillo magico.
Un abrazo.
Un barquito donde navegar el amor de dos.
ResponderEliminarQue así sea, porque es un poema muy hermoso y merece un final feliz.
Besos
has pintado un cielo para nada raso ROsario
ResponderEliminarFelicitaciones
besitos y luz
Me encanto la metáfora de tu poesía.. que delicado poema..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
El poema se mueve en un juego poético de versos recogiditos que van de esa manera de contar silvestre de los niños, a un surrealismo quintaesenciado, donde el sueño oniriza pez y picaflor, para recuperar el alma de niña. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarBELLISIMO TEXTO!!!
ResponderEliminarBESOS
Hola amiga, hasta aqui, llego y leo los que me he psrdido.
ResponderEliminarSe nota que sientes la naturaleza en ti misma, muy bello poema.
Un abrazo.
Ambar.