DETRÁS DE UN SUEÑO
Al correr
detrás de un sueño
fue menester
estar perdido,
entre peces esquivos
el paraíso del mar,
entre piedras
el destino fugas.
disfrutando el silencio,
orientando la brújula
pintando una sonrisa,
entre caracoles
verdes ondulan tes,
remolinando
entre piedras.
embriagadora
sensación que invita al deseo,
el sueño se transformó,
se fundió en su esencia
como corales de plata,
brillan graneados de luz.
detrás de un sueño
fue menester
estar perdido,
entre peces esquivos
el paraíso del mar,
entre piedras
el destino fugas.
disfrutando el silencio,
orientando la brújula
pintando una sonrisa,
entre caracoles
remolinando
entre piedras.
embriagadora
sensación que invita al deseo,
el sueño se transformó,
se fundió en su esencia
como corales de plata,
brillan graneados de luz.
Detrás de un sueño, siempre queda esa sensación de unas huellas como corales de plata... que arrebolan la ilusión a la que invita el deseo.
ResponderEliminarBesos.
ha sido una perdida fructífera
ResponderEliminarbesitos y feliz miércoles
Esto me ha transportado al mar.
ResponderEliminarQue descriptivo poema.
Un lujo.
Un abrazo.
los sueños hacen brillar la vida, dan motivo para amanecer con fuerza y una sonrisa. Buen deseo
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Rosario,me alegro por ese sueño,que paso a paso se hizo realidad alcanzando su luz en el horizonte.
ResponderEliminarMi felicitación por el poema y por tu homenaje profundo y entrañable a tu padre,amiga.
Mi abrazo inmenso y espero que estés mejor.
M.Jesús
Y que no cese ese afán de perseguir sueños. Que no cese jamás.
ResponderEliminarBesos
ResponderEliminarLa vida tiene un trayecto corto, por eso es importante romper las reglas y tomar la iniciativa...
En perdonar y olvidar a los que han dañado, sin guardar rencor, ser sinceros con nosotros mismos y con los demás, reír a mandíbula abierta y nunca, nunca, olvidarse de ser feliz y así vamos forjando un mañana más transparente.
Al menos lo intento, y deseo que seas feliz hoy, el resto de semana y siempre!!
Te aprecia
María del Carmen