La noche mas larga de medianoche

Si estas conmigo la vida tiene sentido las sombras se aclaran los recelos se esfuman. Si estas a mi lado y te sientes aislado, la piedad está de tu lado la verdad está en mi corazón. Somos seres impíos somos almas en vuelo no hay paz, no hay dicha. Mendigando los días en horizontes de polvo, va cuajando el tiempo que nos queda de vida, entre luces y sombras el amor se te olvida... Alessandrini María del Rosario

El sol despierta mis flores renacen , los árboles cuajan sus nuevos tallos, la tarde se avecina limpia y transparente, los loros barraqueros despliegan sus alas, y el sonido de sus voces repiquetean en el monte los caldenes suspiran agradecidos a la brisa, sus copas cobran vida. La noche se pierde bajo un cielo de estrellas, y tu renaces y tu regresas al altar de los sueños, la oscuridad se nutre de tu nombre, tu imagen vibra la luz acuna claridad en tus ojos, como un diamante reflejando la vida. La mañana despierta amanecida de lluvia mirando un cielo gris, desconociendo si los rayos saldrán o ella, se bañara de cristales. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Piélago tibio de viento perfilado en tu sonrisa rompe la simetría de la noche estrellada cepa y uva. Por mitigar la agonía en el último silencio de la noche de la tercera dimensión exhausta, grupos estrellados se deslizan en un tobogán por un agujero negro. Los tiempos sin destinos propios el residuo se observa en el paisaje, se percibe silencio en la corriente que desbordando se nutre de la noche. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Un día colgué mis sábanas al sol, desconociendo tu mirada. Sin comprender tu voz planeaba en mi ventana, allí pude entender lo mucho que me amabas, la sinfonía calaba mis entrañas, como si mi sabana bailarina secaba su nostalgia entre tus ojos cielo dorado. Acunando mis sueños, di paso a mi pasado repleto de añoranza, di lugar a tus lágrimas, espacio a mi recuerdo entrañable. El sol danzó en la sabana, tus ojos y mis ojos revivieron...   Alessandrini María del Rosario

Misterios que recorren tus palabras por senderos de mi cuerpo, y se deslizan en mi alma. Humedad sin lágrimas, sin cristales, solo tu respiración que deliciosa, ardiente, aroma mis sentidos. Pasión de mis recreos que va llegando... Y deshojando mi corazón, en cortezas forjadas allí, en las frontera de la razón. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.

El devenir de los días marcan aún más el silencio, que como una flauta desnuda acaricia la distancia. Hay un himno en el aire como gotas de roció, se acumula la nostalgia y ruedan migajas de canto. El despertar del día es la música del alma, es el vértice perfilado en sueños entonando una plegaria. Pasa el tiempo, pero la oscuridad del alma se profundiza, golpeteando sin respuesta esa puerta cerrada a la esperanza. Alessandrini María del Rosario

Estremecida de luna púrpura la risa va corriendo apagada, se hace trizas en su locuaz manera de alargar los minutos. Con palabras vacías, frías, irreverentes audaz se suma la ceniza de tu boca que brota y se derrama en la marea que tu piel no tolera ni desea. Deshacer el lenguaje con el sonido opaco de tu timbre muerto, que deambula en un camastro donde las moscas revolotean. No más vino, ni cremas, ni carne, dejemos de hacer lo que nunca hacemos buscándonos en este mar sin agua, ni sal solo arena, la que siempre se mantiene en su lugar. MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI