La noche mas larga de medianoche

¡Qué tarde deliciosa!. Asoma la noche que siempre llega, siempre oscura, siempre revuelta de nubes y estrellas,  es sin duda su destino. Otros caminos de luz la iluminan al pesar, las fantasías se yerguen de mariposas inquietas que revolotean en la penumbra. Mientras ambos esclavos, nos dejamos ver a la medianoche de ayer… Apenas en trazos difusos, y muchas líneas del corazón se mezclan con el sonido del amor, y el eco del mar. Hoy somos inspiración y tiempo, alegría marcando resistencia, fluyendo en la suma de esperanzas.  Creciendo en la producción de sueños  que nos permitan transitar,  por una senda exitosa y mágica. Todos los que se puedan hacer realidad, alimentando nuestros sueños en una verdad coherente  y real. Bajo esta sombrilla de estrellas sigo el transcurso de las olas marinas, sigo la huella del destino como una mariposa adolescente, esperando no ser rehén de mi  propio espejismo. Espero lo mismo de tu noble corazón.     Alessandrini María del Rosario

El viento gira para leer mi mente me suspira emocionado y se acerca a mi oído, me susurra despacio los colores y me eleva en sus brazos. Recorremos montañas, ríos praderas y lagos escondidos, somos dos grandes amantes unidos, en contemplación íntima del mar, sus olas y sus especies. Juntamos ilusiones y sonidos musicales, y al bajar al centro de la tierra se acomoda su traje y me despide, y así va... por otros espacios, en buscas de sus iguales… María del Rosario Alessandrini

Lo invisible perdura en el aire recortando su sombra, aislando su silueta misteriosa. Sin resplandor que lo ilumine se extiende en la maraña, allí donde descubre su manto. Allí donde se aloja su huella ensombrecido se refleja solitario, como un amanecer truncado. Relámpagos atisba en la bruma, solitario emerge a contemplar, el ruido del mundo musical...  Alessandrini María del Rosario

LAS  Huellas de calzado En la alfombra, En la mesa del jardín. Lluvia suspirando en el tejado Y tú de pie en el armario Husmeando la araña de coser... No luce la tinta antiquísima Ni el alfiler terráqueo, Ni tu dentadura extraviada en el tren. No te alarmes que la junta es milenaria La vergüenza traspasa el adoquín. Allí se nutren los espantapájaros. Los locos disfrazados, los duendes sin dientes Las ojeras del permutado sin corteza Se colonizan de zafiros ojeras. Tu pescuezo está en la feria Comerciando a tu próxima entrega Tu escondido en la alacena se burla fe pena Mientras el hombre teje su tela, El hambre teje su enjambre…. Así la jauría vierte su furia Dejando la niebla del cimarrón sin montura, El orden sin administrador, La ley sin condecorados El cimiento florecido en un baldío… ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

Un viaje entre limites buscando ese misterio tratando de descubrir su origen, de un todo. El sendero es incierto hay múltiples razones  que sugieren cuidado ir despacio probar, ser. fiel y controlado, ser como un ángel en vuelo ser la mariposa dorada con alas enamoradas. Enamorada de la vida del planeta más bello del conocimiento fugaz que nunca se mantiene. tratar de contener la fe que se derrama en aguas tratar de ver más allá del misterio del padre. Sabiendo que no somos perfectos y el misterio saldrá a la luz al tiempo de Dios, tiempo deseado. Su grandeza es conocida, pero aun no es tiempo para entender más. Alessandrini María del Rosario

El tren lejano y misterioso, Indaga los sonidos Silencios, vacíos de calor y sombras. La noche trae rumores parecidos Con destellos de plata, Lentejuelas radiantes en el amanecer. Mensajeros del cielo cantan, Navegando en los mares repletos de soles, La señal se viste de hermosura. Mariposas doradas vuelan dibujando, Con piruetas de colores, Aire, fuego y tierra en un cielo muy azul.   Colores infinitos se pierden en la paleta, Del pintor que aprecia su don, Creciendo en poesía en la pradera del amor… El jardín se nutre de belleza plena, El dorado y los colores fluyen sin cesar Mientras todos cooperan para un mundo mejor. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO

La razón de tus sueños es la misma que la mía... amar sin tregua hasta el final contando las estrellas. Tu actitud se parece a la mía ambos sembramos delicadas semillas en el corazón de la tierra, que nos produce felicidad. Mi andar por la luz entre sombras, es tu caminar por la otra vereda buscando esa flor de premio, que un día vimos nacer y crecer. Hoy fortificados nos comunicamos, nos damos tiempo para ser unidos, transformar las sombras en pura luz y vivir como nunca supimos hacerlo. ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO