El mundo aquí adentro se ve diferente, pero no lo es, solo que al mirarlo desde otra perspectiva luce más frágil para sus adeptos. Hay mariposas, rosas de fuego, y un saludable ambiente en medio de esta isla que nos lleva al su mar interno, donde flotan bellas lámparas que brillan, su luz nos fortalece, también hay bailarinas, museos y riña. Gente linda que abriga la ilusión de ver un mundo mágico, diferente, que no castigue tanto como el verdadero. Y voy danzando en medio de las estrellas, con un lucero que me encandila con sus ojos de luna, y sus brazos de sol. Alejados mis cuentos brotan, echan ramas, florecen y comienzan a caminar solos en medio de tantas personas desconocidas, que los miran y siguen su camino. Pero mis niños son fuertes nada los detiene, siguen incansable abriendo libros, cerrando capítulos, abrazando plumas voladoras, tinta espacial. Igual juegan entre suspiros de mar y cielo. Ahora camino tus calles, tus veredas, me enredo en tu jardín interior, renu