"LA VIDA"
La espera se apronta a ver el espectáculo que no llega desde la bahía. El director de la orquesta sigue con sus manos recreando un tiempo musical. Las horas giran por el sendero de números perdidos sin minuteros, la brisa acaricia esos colores dorados que emana del hombre esperando su realidad subjetiva. El silencio circunda la noche, los ojos misteriosos se descuelgan de la cara que trasluce la duda del viento y su secreto. Mira el reloj que gira lentamente, y en su búsqueda del tiempo se hace huella, un círculo lo traspasa, lo agrade, lo llama silencioso. El hombre entiende ese latir ensordecedor que va mutando en sus ojos, comprende lo incompresible en su más íntimo aliento, y descubre la tiniebla perlada en el último punto de llegada. Sus ojos recorren sombras, colores, deseos y más figuras que van diluyéndose en su llegada, casi al final el caracol sujeto por números lo absorben en minúsculas fibras, lo encapsulan, siente el latido que aumenta en intensidad, advierte el ag