LA PALABRA
Jugando a ser silencio me perdí, y los suspiros escaparon de mí soberbios, provocándome inquietud, los anhelos también marcharon infinitos de sueños y esperanzas, velados de rubor se apresuraron victoriosos llevados por el soplo de la brisa azul, la imagen cobro vida, y su alegría se ve, se descubre extraña y arrogante, se despierta al escuchar que el silencio marchó sin palabras, porque ellas se quedaron a gritar su verdad, susurrándonos profundamente, aquí me quedo, soy la promotora de múltiples promesas por cumplir, aquí me quedo, esperando que no me dejen sola.