INTENSOS LATIDOS
Conmovida hasta la última fibra sobre mi piel húmeda, tu boca susurrándome muy loca y febril, inquietándome sedienta de placer. Tiemblo el silencio es un susurro las manos transportaron caricias el momento incomparable duro un eterna gota insaciable de roció. Juntos bebimos de la luz infinita, dejamos danzar sobre el lecho toda la pasión contenida en un abrazo dibujando un eclipse de fuego y agua. Cuando la brisa desandando caminos paralizo su grito en el silencio estremecido, confirmo que la vida, ascendió junto a los dos, por muy breves e intensos segundos de latidos.