La noche mas larga de medianoche

Tu cuerpo vibra ligeramente entre suplicas de amor, tembloroso buscas mi humedad alucinado tú me conduces ondulando, en rutilantes formas se presiente el aroma de tu piel, tú soberbia sed de pasión me transportan sobre una nube azul en el paisaje de tu desnudo torso, tus voluptuosos labios atrevidos, ansiosos por beber el néctar como fruto tropical libre y exótico. Corre la sustancia, fluye el deseo dibujando desbordados, irreverentes los latidos, sobre el fondo azul que nos devora, nos lame, estallando de placer en las profundas aguas del amor.

La caracola deja vislumbrar su color mientras fluye del mar. Y recorre la playa sola buscando su par tímida deja su huella. El mar compasivo la entrega nuevamente a su lecho natal. Entre las olas baila y sueña con su caracol el horizonte le muestra la otra orilla migratoria, promesas en la lejanía azul...

Si no hay mañana Si solo es un sueño Una esperanza vana Una ilusión rapaz. Quien leerá mis versos Quien soñara mis sueños Quien concretara mis días Incompletos sin final. Cuál será mi camino Donde quedara el cielo Quizás allí me hospede Si hay vacantes y amor. No sé que más podría Hacer en esta vida Mis versos mis poesía Mi pasión por las letras. Hay una cálida briza Que hace que se eternice Y plasme mil caricias Que juegue con las rosas. Que vuele sin nostalgias Que le cante a la vida Con voz y resonancias Que acaricie mis ansias. Que la ilusión no muera Que la pasión se encarne Que sienta que aún arde Un volcán de canciones. Que mis anhelos vuelen Que busquen una tarde Llena de luz, de sol y besos Para dejar mis días latir.

Un camino difícil y espinoso se abrió en el jardín entre molinos, las flores se resisten a perder el dominio no quieren recorrer sin tregua su destino. Ese camino viciado, seco y enredado de toscas que ruedan, de polen que vuela, que se aprietan infames entre pétalos suaves robándoles el aire, una gota se cuela y furtiva se desliza y coopera ayudando. El jardín que la cuida, la sumerge, la esconde entre lilas sedientas que se ufanan y absorben, oprimiendo gustosas el néctar de la vida, por un lado hay dalias rojas de alegría, otras, están verdes de rabia y envidia. Pero hay un momento en el jardín de la vida...que todas buscan la paz, todas esperar más... qué será… que será…si no llega la lluvia.

Ella levanta sus tés y sus pupilas brillan, son tan bellos sus ojos de mirada tierna, pero ella sabe que parecen fríos. Cuida de su prole y de tantos tíos, sabe que su mirada siempre alerta salvara la angustia de la humillación. Que otros sin querer queriendo, poseen... el don de la injusticia, el poder de la fuerza, sabe que si llora o se inclina puede perder. Y se hace fuerte esmeralda, duro como el jade, no se extinguirá su esencia de mujer jamás, caerá una y otra vez pero en sus pupilas se verá reverdecer su inquebrantable corazón.

Avizoro el asedio entreveo la oscuridad, no me sorprende estoy alerta se que me espera, ya se apresura late, gime, lanza llamaradas de júbilo, se alza dominando mi figura, represento su presa, lo soy, no me avergüenzo, me gusta serlo me enternece, que lo sienta como suyo, dejo que corra por mis sienes, el calor deambula desértico, entre mi piel, ya sube un viento huracanado se hace fuerte, el silencio no llega, espera en las sombras su derrota, aflora el llanto se consumió, ya duerme la indiferencia.

Contemplo ahora tu cuerpo que se estremece, el mío que ya florece plenos de amor, la alegría, esta locura y tu boca junto a la mía, que sedienta reclama tus besos, nuestra osadía. Entre música y armonía vivimos el segundo sin límites, sin sensatez, sin lágrimas, sin luchas, coronando los pliegues de pasión, llegando muy juntos a beber de este rió, a mirar el roció, a sentir cada beso de placer. en esta noche de luna que se desnuda que nos abraza nos acompaña y nos proteje con su luz.